Ante el inicio de la incorporación de algunas trabajadoras domésticas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), por parte de patrones y patronas, el delegado estatal del Frente Nacional de Pueblos Indígenas y Comunidades Marginadas (FNPICM), Froilán Palestino Cruz, mencionó que es importante que a las trabajadoras domésticas las reconozcan y sean afiliadas a instituciones como el Seguro Social y cuentan con prestaciones, como el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), ya que por muchos años han sido explotadas contemplándolas como si fueran de la familia, con trabajos que van entre 16 a 18 horas diarias y con salarios muy bajos.
Manifestó que por ello es aplaudible la decisión que se toma para que las trabajadoras domésticas puedan contar con el servicio del IMSS, así como de los beneficios que les otorga la Ley Federal del Trabajo.
Trabajo “de quedada”
Expresó que la explotación en las trabajadoras domésticas consiste en que los patrones les dan un cuartito para su hospedaje, pero siempre están durante casi los 365 días del año al servicio de quienes la contratan, además de no gozar de vacaciones, aguinaldos y otras prestaciones que se encuentran contempladas en la Ley Federal del Trabajo, esto hace que en estos momentos tengan la oportunidad de contar con todos los beneficios que antes no tenían.
“Muchas personas contratan a mujeres de las áreas rurales, precisamente porque algunas no saben el castellano, no saben leer ni escribir y abusan de esta situación, esto debe acabarse totalmente; las mujeres de las comunidades rurales o indígenas, al desconocer sus derechos laborales están sujetas a lo que el patrón o patrona decida, indique o les ordene”, mencionó Palestino Cruz.
Abusos
Expresó que las mujeres que realizan estas labores en casas ajenas son principalmente indígenas o menores de edad y se enfrentan a los bajos salarios, a extensas y extenuantes jornadas laborales, inestabilidad laboral, discriminación y abuso o acoso sexual por parte de algunos patrones. Además, en la mayoría de los casos no cuentan con ningún tipo de prestación laboral, en el país se presume que el 97 por ciento de las trabajadoras domésticas no cuenta con servicio de salud, el 96 por ciento carece de un contrato laboral, el 66 por ciento no tiene derecho a vacaciones y sólo el 57 por ciento recibe un precario aguinaldo.
“Para estas mujeres, presente y futuro son desoladores porque en cualquier momento pueden ser despedidas sin ningún tipo de indemnización y aún si deciden demandar por despido injustificado es difícil comprobar la relación laboral sin un contrato; finalmente tampoco reciben ningún tipo de jubilación, así que tienen que trabajar incluso aunque el cuerpo ya no responda bien”, finalizó diciendo Palestino Cruz.
(Texto: Fernando Kantún / Fotos: Fernando Kantún / POR ESTO!)