Aunque el 8 de marzo, Día de la Mujer, suele ser usado por las autoridades estatales y municipales para asegurar que existe un verdadero interés en la protección de sus derechos y libertades para el pleno desarrollo de una vida libre de todo tipo de violencia, datos estadísticos apuntan en sentido opuesto; en lo que va de la administración de Alejandro Moreno Cárdenas los delitos de índole sexual y contra la familia, cuyas principales víctimas son las mujeres, muestran una preocupante tendencia al alza.
De acuerdo con datos abiertos de incidencia delictiva del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la tendencia histórica de 2015 al 2018 presenta un incremento en delitos contra la vida y la integridad corporal, dentro de los que se encuentra el feminicidio; contra la libertad y la seguridad sexual, en los cuales se engloba el abuso y el acoso sexual, y la violación simple y equiparada; así como los delitos contra la familia en los que destaca la violencia en el hogar y el incumplimiento de obligaciones.
Los feminicidios presentaron una tendencia decreciente al principio del actual sexenio, pero en el último año se multiplicaron en más de un 300 por ciento pues durante 2015 se registraron cuatro, tres en 2016, uno en 2017 y en 2018 volvió a dispararse con cinco feminicidios registrados ante el SESNSP.
Niveles alarmantes
El aspecto de delitos contra la libertad y seguridad sexual es el más preocupante, pasando de 97 en 2015 a 208 casos en 2016; en 2017 se registraron 213 y en 2018 fueron 239 casos englobados. Aunque por tipo de hecho ilícito el abuso sexual creció de 9 casos en 2015; 21 en 2016; 51 en 2017 y 44 en 2018.
En el mismo sentido las violaciones simples aumentaron pasando de 44 en 2015; 76 en 2016; 57 en 2017 y 67 en 2018. Por su parte este mismo ilícito en su modalidad equiparada tiene una mayor incidencia, durante 2015 fueron 35 casos; 75 en 2016; 82 en 2017 y se incrementaron hasta 117 en 2018.
La violencia en el hogar tampoco ha menguado con las actuales autoridades estatales, que el día de hoy seguramente realizarán ceremonias presumiendo una atención de excelencia a las mujeres campechanas, pese a que en la realidad se encuentren vulnerables ante la comisión de delitos.
Los delitos contra la familia pasaron de 31 en 2015 a 61 en el 2016, del 2017 al 2018 pasaron de 67 a 55. Por tipo de hecho ilícito durante 2015 se registraron 18 casos de violencia familiar y 13 de incumplimiento de obligaciones familiares; en el 2016 fueron 43 los casos de violencia familiar; 2017 cerró con 65 y 2018 lo hizo con 52.
Triste inicio de año
Por otra parte, en el primer mes del año el mismo Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública mantiene el registro de llamadas ingresadas ante los números de emergencia que están relacionados con la violencia de género, contabilizando 137 reportes por violencia contra la mujer; uno por incidentes de abuso sexual; tres reportes de acoso u hostigamiento sexual; 101 reportes de violencia por parte de la pareja y 300 llamadas de emergencia por violencia familiar en el Estado de Campeche.
Mientras que en delitos ya asentados en las estadísticas para el mes de enero en la Entidad se tienen contabilizados 28 del contra la libertad y la seguridad sexual, con seis casos de abuso sexual, uno de acoso sexual, seis de violaciones simples y 13 de violación equiparada.
Funestas cifras que más allá de la frialdad de los números revelan la frivolidad de las autoridades estatales y municipales, para las cuales el 8 de marzo es motivo de “fiesta” y no de verdadera lucha por la igualdad y las garantías y libertades de las mujeres carmelitas y campechanas.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: POR ESTO!)