Puertas y ventanas abiertas, vecindad sin desconfianza en el otro, la calma apacible de una Isla en la que todos se conocían y no había necesidad de encerrarse tras barrotes en los hogares, forman parte de El Carmen antiguo que ya no existe, o existe sólo en la memoria, una memoria incluso filmográfica que quedó retratada en la película de 1975 “La Trenza”, dirigida por Sergio Véjar y que forma parte de esos tesoros históricos ocultos entre las calles del Centro Histórico, donde aún se pueden evocar sus escenas entre las viejas casas. Inspirada por esa memoria del El Carmen que ya se fue, la artista plástica y emprendedora Lourdes López Sánchez realizó su mural urbano como un homenaje al filme grabado enteramente en esta Isla.
“Es una pieza es muy sencilla pero es muy simbólica, muy representativa, normalmente todo Carmen quieren representarlo con delfines, con caracoles, playa, palmeras, el camarón, pero tenemos cosas en las que Carmen ha trascendido más allá, tenemos personajes, hemos tenido ya películas que se han filmado aquí en la Isla, en este caso en el 75 con ‘La Trenza’, donde se muestra un Carmen limpio, un Carmen tranquilo, con playas limpias y una riqueza inigualable que se asombra uno de ver, por ejemplo, el poco número de autos que había en ese entonces”.
“Se ve un poco cómo eran las costumbres de aquí, si acaso el guión es muy extraño, muy bizarro, pues muestra una cultura católica muy exagerada, pero aun así no pierde la magia en maravillarnos en ver en esta película cómo ha cambiado la Isla a partir del descubrimiento del petróleo, y cómo hemos descuidado esta parte bella que era la ciudad”.
La intención, afirmó, es que las personas pasen y al ver el mural recuerden cómo era el Carmen de ese entonces, el que maravilló al director Sergio Véjar para grabar aquí su película, pero también para poder presumir a los visitantes esas historias del ayer, “si llegan con un visitante, con un amigo de visita, con un compañero de trabajo o alguien que conocen que se tomó una foto pero no sabe la película, comentarle sabes qué ve la película”, enfatizó.
Aunque no se ignora que también la tranquilidad quedó en el pasado, “también es esa parte de antes, del Carmen tranquilo de ese entonces, aquí justamente en la 26 yo todavía alcancé de niña cuando todos sacaban sus sillas en la tarde, todos los vecinos estaban sentados en los frentes de sus casas, conviviendo en familia y no había problema; ahora por la rutina el tener que trabajar más para sustentar los hogares pues ya se ha perdido todo eso, la inseguridad también, yo fui víctima de inseguridad sobre esta misma colonia hace poco, y pues sí me queda que no puedo estar sola a ciertas horas cuando antes sí lo podía hacer, antes sí había esa seguridad”.
“Eso es lo que plasmo aquí este mural, ese Carmen en el que por ejemplo los vecinos tenían las ventanas abiertas, no había barrotes, no había ese bloqueo entre persona y persona, todo el mundo se conocía en el Centro”.
Finalmente, Lourdes López comentó la necesidad de más arte urbano en la Isla, un espacio que está intentando abrir para jóvenes creativos carmelitas y de otros lados, recientemente también realizó en conjunto con el artista urbano Ekza One varios murales en la Villa de Isla Aguada y Sabancuy.
(Texto: Carlos Valdemar /
Fotos: C. Valdemar / Especial)