Campeche

Vigente la fiesta brava en Los Chenes

HOPELCHEN, Cam., 28 de abril.- Luego de la tarde de toros del sábado, la fiesta brava sigue siendo una actividad que encaja perfectamente en los festejos patronales y tradicionales y en Los Chenes se evidenció que la tauromaquia es una tradición viva, y se refrendó con la asistencia del público, incluso de niños, aunque en las afueras del coso portátil se colocaron letreros anunciando que se restringía el acceso de menores de edad en la corrida de toros.

La tarde-noche fue propicia para los diestros Israel Téllez y Ernesto Tapia “El Calita”, quienes cortaron a tres orejas cada uno, aunque algunos aficionados consideraron que dos de ellas fueron obsequio del juez.

Y es que de acuerdo del lenguaje de Cervantes, Postín significa clase, distinción y elegancia, para tener ese calificativo una corrida de toros debe tener varios elementos, que sumados hagan esa diferencia, ya que hay festivales taurinos y corridas mixtas, que bien pudieron ser el caso durante la Feria Taurina Hopelchén 2019.

Una autoridad en pantalones cortos se ve en algunos deportes como el fútbol, pero en una corrida de toros el Juez de Plaza debe estar correctamente vestido y hacer valer su autoridad con criterio y conocimiento del arte que Manuel Laureano Rodríguez Sánchez “Manolete” revolucionó como un deporte espectáculo que reúne a familiares y amigos.

Astados de más de 4 años, dos picadores y toro de reserva son parte del encierro adicionada con las banderillas, espadas, capote y muleta, en el que el alguacilillo y el juez de callejón juegan un papel importante para que el matador sea la cereza del pastel, portando el emblemático traje de luces.

El arte, valor y entrega de los diestros deben ir complementado con edad, pero y trapío del toro de lidia para darle esos ingredientes que distinguen e identifican a la fiesta brava.

A pesar de todo ello, la función puede no ser completa porque los toros no tienen palabra de honor más aun cuando no hay una selección adecuada o no se cuida que el lote escogido sea el que llegue a la plaza y que principalmente, el burel llegue descansado.

El toreo, una forma de vida: Téllez y El Calita

El toreo es una forma de vida y lo mismo da satisfacciones y lecciones dolorosas, pero siempre aportan muchas cosas en el día a día, el toreo permite mejorar como personas y como profesionales.

Así coincidieron en afirmar los diestros, el guanajuatense Israel Téllez y el mexiquense Ernesto Javier El Calita, el primero conocido por la afición del Camino Real y Los Chenes, con una carrera sólida y exitosa; el segundo, la sangre nueva que viene a refrescar la baraja taurina mexicana. Ambos alternaron en la Feria Taurina Hopelchén 2019, obteniendo 3 apéndices cada uno.

Israel Téllez se dijo contento de regresar al Sureste mexicano, principalmente a tierras campechanas donde siempre es bien recibido y por ello no duda en acercarse a los terrenos del toro para abordar la faena con el capote, la muleta y la espada.

Abunda que ser torero exige entrega, sacrificio y más que nada hacer una simbiosis perfecta con el toro y aunque cada tarde arriesga la vida, lo hace por respeto al público que apoya la fiesta brava, dando lo mejor de sí ante cada enemigo. Categórico dijo que su labor la desempeña lo mismo en una plaza de toros reconocida que en ruedos portátiles, como los de esta ciudad, ya que es el compromiso de todo aquél que se viste de luces.

Vestido en malva y oro, Téllez con 17 años como matador de toros, dijo sentirse orgulloso de su profesión porque ha paseado por las mejores plazas, España, Francia, Portugal, Ecuador, Colombia, Perú y por supuesto las plazas de nuestro país. Por ello hay que ir siempre adelante y más cuando hacemos lo que nos gusta.

Envió un mensaje a quienes incursionan en el mundo de los toros, principalmente que tengan respeto por la profesión, esforzándose cada día para ser mejores, entenderse con el toro, desarrollando habilidades y destrezas para contagiar al público, ya que ello representa mantener viva esta tradición.

Por su parte, Ernesto Javier El Calita, dijo que el toreo le ha permitido muchas cosas y es una manera de concebir la vida, cada tarde salgo dispuesto a dar lo mejor en el ruedo y es grato venir a este rincón del país y más aún en condiciones especiales, entre ellas, el triunfar en la Plaza de Toros México, no ocultó sus deseos de salir como triunfador en la plaza y asume el compromiso de esforzarse por hacerlo, el público merece respeto y para él todas las plazas son iguales, porque la gente hace un esfuerzo económico para comprar un boleto y es algo que valora y por ello sale a dar lo mejor en el ruedo.

Relata que inició su carrera como novillero en España, actuando en plazas como Madrid, Sevilla, Barcelona, Armedo, Ronda, Huelva, luego llegó la alternativa en la Plaza de Toros México y siguió picando piedra hasta lograr el éxito y ahora las cosas le están yendo muy bien.

Los años de dedicación y esfuerzo, han dado como resultado sonados triunfos y ello lo mantiene ocupada su agenda y lo mismo se le puede ver en esta ciudad o en cualquier otra donde la fiesta brava esté presente. Ataviado con un traje de luces en grana y oro, El Calita se alistaba para el paseíllo.

Finalmente envió un mensaje a quienes quieren hacer carrera en la tauromaquia y su premisa es querer, querer y querer, porque cuando uno quiere y realmente se disciplina, tiene esa pasión y entrega la vida, te termina recompensando.

En su caso, él tuvo que perseverar en su enfrentamiento con la dureza del toreo y aunque ahora está viviendo cosas muy bonitas, sí tuvo que sacrificar mucho, entrenar fuerte y principalmente tener esa paciencia y esa disciplina para esperar el tiempo adecuado.

“Tengo 28 años, de ellos 15 he dedicado al toreo, uno vive cada tarde y crece con cada triunfo, por ello estoy en el mundo del toreo porque es mi forma de vida”.

(Jorge Alberto Uc Moreno)