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Campeche

Documentación con grandes posibilidades de estudio

Tercera y última parte

CAMPECHE, Cam., 26 de mayo.- La responsable del área de Archivos Eclesiásticos de la asociación Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México A. C. (ADABI), Candy Ornelas Méndez, planteó que una vez que se reconstruyó la unidad documental en el Sagrario en sus secciones y series, se puede decir que tienen “la memoria documental del ejercicio de la cura de almas en la parroquia principal del puerto a través del análisis de la series documentales”.

Calificó los resultados de satisfactorios, ya que se tiene la visión de las tareas parroquiales de la iglesia de la Inmaculada Concepción desde 1638 hasta 1997, perfectamente identificados en la sincronía de las series y se irán concretando porque la administración parroquial continúa en el tiempo.

La totalidad de los documentos que forman el archivo del Sagrario quedaron resguardados en 245 cajas AG2; para la elaboración del inventario, se consideró conveniente referir la clasificación anterior, ya que el uso de la numeración establecida por la profesora Ney Antonia Canto Vega, en conjunto con el nuevo inventario optimiza la investigación, por eso en el inventario se puede ver en una columna la clasificación del catálogo que levantó la profesora.

Enfatizó que parte importante de los fondos del Archivo Histórico de la Diócesis de Campeche son los archivos parroquiales, de los cuales se resguardan nueve fondos, además del Sagrario, como un fondo parroquial.

Y aunque expresa que la Diócesis de Campeche se fundó hasta 1895 es evidente que las actividades de la iglesia en este territorio, comenzaron con la llegada de los conquistadores y de los primeros evangelizadores.

En 1983 cuando el Archivo General de la Nación (AGN) intervino los fondos eclesiásticos del país, levantó el inventario de algunas parroquias de la Diócesis de Campeche, ya que visitaron Tenabo, Calkiní, Champotón, Bécal y San Román. Desde este momento se habló de concentrar los archivos históricos en la sede episcopal, sin embargo no se sabe la razón, por lo que no se concretizó dicha propuesta.

Por lo que reiteró que en 2014, cuando se nombra como director del Archivo Histórico, al padre Armando Rosado Cel emprende muchas mejoras, pero también comprendió que los fondos parroquiales se debían concentrar en el archivo diocesano e incluso el Obispo envío por escrito la petición a los padres de las parroquias de la Diócesis para que entregaran los libros históricos.

Así que la entrega de los fondos parroquiales se verificó entre 2015 y 2016, siendo concentrados e inventariados los siguientes: Natividad de María de Bécal; San Francisco de Asís de Hecelchakán; Nuestra Señora del Carmen, Ciudad del Carmen; San Joaquín, Palizada; San Luis Obispo Calkiní; Nuestra Señora de la Asunción, Bolonchén; Nuestra Señora de las Mercedes, Champotón; Purísima Concepción, Chiná; San Antonio de Padua, Hopelchén; y se organizaron por el año más antiguo.

Los archivos parroquiales son los testigos documentales del caminar de la iglesia campechana, son los vestigios de la trayectoria de la iglesia local haciendo evidente la configuración eclesiástica en estas tierras a través del tiempo, por lo que los documentos parroquiales son testimonios de las actividades pastorales y sociales de los pequeños poblados.

Del bautizo a la extremaunción, para estudios demográficos

La parroquia como centro de la vida religiosa de los pueblos articula una serie de actividades relacionadas íntimamente con la vida de los fieles, interviene en el momento de nacer con la impartición del sacramento del Bautismo, después con la impartición del resto de los sacramentos llamados de iniciación, la confirmación, la eucaristía, el momento de formar una familia con el sacramento del matrimonio que se acompaña de una tramitación específica según el derecho canónico y la muerte, con la impartición del sacramento de la extremaunción.

Estos momentos vitales la iglesia ha tenido el cuidado de llevar registro escrito de sus libros parroquiales, el párroco como encargado de la administración sacramental tiene la obligación de llevar cuidadosamente los registros en los libros.

Los libros sacramentales aquellos que recogen información sobre bautizados, confirmados, casados y difuntos, son especialmente importantes para el ámbito mexicano donde el Registro Civil funcionó hasta 1857, por esta razón los registros sacramentales son en muchas ocasiones los documentos más antiguos de las poblaciones.

La investigadora del ADABI, significó que estos documentos que contienen datos relevantes para estudios demográficos, ya que ofrecen información sobre poblaciones específicas a la largo del tiempo, pudiendo incluso establecer patrones de cambio en función de nacimientos, reproducción y defunciones.

Incluso resaltó que “los registros sacramentales no solo ofrecen información cuantitativa, también ofrecen datos que sirven para un análisis cualitativo, ya que la forma de redacción de las actas, arrojan datos que ayudan a entender el entramado social, en los expedientes de enlaces matrimoniales. El estudioso entenderá las relaciones entre familias, los lazos de compadrazgo, las descendencias”.

“Los registros sacramentales históricos constituyen una veta rica de información para muchas disciplinas, como un prisma que arroja luces en múltiples direcciones”, apuntó.

La disciplina eclesiástica externó que también le manda al párroco enseñar, santificar y regir, según el canon 519 del Código de Derecho Canónico. De estas funciones pastorales también se llevan registros.

“En los libros de asociaciones, capellanías y obras pías, un documento para obtener el permiso para casarse que establece la descendencia y si hay parentesco o no entre los aspirantes al matrimonio”, señaló.

En los libros sacramentales también están los libros disciplinares, donde el párroco registró actividades como asociaciones, capellanías, obras pías, cofradías, informes, misas, padrones, estatus animarum, que es el estado de las almas, testamentos y otros.

El párroco está obligado a proveer el templo de la mayor dignidad posible para hacer el culto bello, para estos fines, se llevan libros de cuenta, de fábrica de inventarios, que van dejando testimonios de las mejoras que emprenden los diferentes párrocos a lo largo de la historia.

Enfatizó que “estos documentos son valiosísimos para los estudiosos de la historia del arte y otras disciplinas como la arquitectura y la urbanización”, además la “información también llega a ser importante para la toma de decisiones para nuevos proyectos y acondicionamientos del templo”.

Los libros y expedientes de la sección disciplinar constituyen en sí, la constancia documental de los esfuerzos de los párrocos por pastorear las comunidades.

En las diferentes series documentales, sostuvo que se ve “cómo a través de los años los curas ejercieron de diferentes modos el pastoreo de los feligreses, poniendo atención en diferentes áreas, es cierto que en muchos casos hay omisiones documentales, pero lo poco que se ha logrado rescatar deja ver a manera de una ventana al pasado algo de los esfuerzos de tantos sacerdotes” en sus iglesias.

La responsable del área de Archivos Eclesiásticos de ADABI puntualizó que “el interesado encontró la forma en que los fieles se fueron asociando en cofradías, hermandades, asociaciones, que fueron dando vida a la actividad espiritual de los laicos arraigando devociones, fiestas y dejando vestigios del desarrollo de la vida eclesial en los diferentes pueblos”.

Por lo que “los fondos parroquiales no sólo enriquecen a la iglesia. También arrojan muchos estudios socioculturales, ya que son evidencia de la cohesión del pueblo creyente y con la vida social, cultural y económica de la región” y por lo tanto considera que es de resaltar el rescate de este archivo que ayuda “a contribuir a la valoración de la memoria histórica de la iglesia” en Campeche.

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