HOPELCHEN, Cam., 30 de mayo.- Para no dejar rastro ni huella y como son avisados de que van a ser monitoreados por las dependencias federales, los menonitas de Santa Fe apurados de cosechar una parte de su cultivo de arroz, se prepararon para quemar las enormes superficies del rastrojo y el humo negro se vio a cierta distancia de la carretera federal, lo que llamó la atención y evidenció de que estaban “limpiando” todo para no dejar rastros de lo que ya hicieron.
Los mismos pobladores de San Juan Bautista Sahcabchén se comunicaron con POR ESTO!, para decir lo que estaban haciendo los menonitas, por recibir un aviso de que serían visitados el lunes por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA).
“Para que no se tenga huellas, los menonitas se dedicaron a quemar las superficies donde cosecharon su primera tanda de arroz, y Conagua pospuso su visita, porque no hay delito que perseguir”, dijeron los pobladores cercanos.
Las acusaciones de las asociaciones civiles de los pueblos, es que estos menonitas están sobreexplotando el manto acuífero, una práctica agrícola no sustentable por los millones de litros de agua que se consumen por minutos y, para ello, están desmontando por los costados de San Judas Tadeo.
Declararon que el inundar cientos de hectáreas de arroz, con agua que falta en la región, ha causado que los menonitas caigan en un ecocidio y, por lo tanto, a largo tiempo debilitarán el manto acuífero, lo que ocasionará que escasee más el agua en los poblados.
Asentaron que los menonitas al acabar el agua en Los Chenes, podrán salir y aventurarse en otros países, como lo han hecho desde hace muchos años, pero que, todo lo que se realiza, es en contubernio con las autoridades estatales, quienes dicen que no pasa nada, que no existe delito y no se puede prohibir la siembra del arroz, la soya, el sorgo, el maíz.
Cabe señalar que la otra parte de arroz, todavía sigue en etapa de crecimiento, lo que representa una cantidad similar a la que ya cosecharon, por lo que las representaciones estatales del Gobierno Federal y las autoridades estatales, siguen con las manos cruzadas, no quieren o no pueden controlar un ecocidio de esta naturaleza.
A parte del humo de la quema del miércoles en la tarde, todavía los menonitas mantienen vigilancia, porque no quieren que nadie llegue a fotografiar lo que están haciendo.
(Jorge Amado Caamal Ek)