Alarifes, un pilar fundamental

CAMPECHE, Cam., 3 de mayo.- Cientos de trabajadores de obras se sumaron al tradicional festejo del día de la Santa Cruz, al suspender sus labores al mediodía y colocar en los edificios de construcción la imagen de una cruz para dar paso al pequeño convivio.

De esta forma, los encargados de las obras, arquitectos, ingenieros, destacaron la labor que realizan los hombres de la cal, la arena, la varilla y el cemento, a quienes consideraron un pilar fundamental en el proceso constructivo de grandes proyectos.

Para la arquitecta Miriam Dzib, encargada de uno de los complejos habitacionales más ambiciosos que se llevan a cabo en la capital del Estado, la edificación de grandes obras y proyectos no sería posible sin el esfuerzo físico y los conocimientos de los “maestros” de la cuchara, quienes en ocasiones hasta poseen mayores conocimientos con base a su experiencia que los profesionistas.

Es por ello, que este tres de mayo, en este lugar se festeja con abundante comida y cerveza para agasajar y consentir a los trabajadores de la construcción, en tanto que en este día, los albañiles construyeron altares dedicados a la Santa Cruz.

Aunque les tocó trabajar, los obreros de la construcción comenzaron a festejar al mediodía, y aunque muchos desconocen el motivo religioso y el origen de la festividad, sólo aseguraron que es el Día de los Albañiles.

Sin embargo, algunos alarifes comentaron que le piden a la Cruz que los ayude en sus trabajos y que siempre tengan sustento, por ello en gratitud en esta fecha colocan cruces de madera adornadas con papel de china de colores en la parte superior de las obras.

Para el maestro Don Gabino, quien suma más de 50 años laborando en este oficio, dijo que lo más difícil fue aprender a interpretar los planos arquitectónicos.

“Me enseñó mi padre, desde como a los diez años me llevaba a las obras y ahí poco a poco fui aprendiendo a hacer todo lo que se requiere, hasta que ya me independicé y fui agarrando mis propios trabajos por mi cuenta”, comentó.

Don Gabino señaló que al principio aceptaba únicamente obras pequeñas, como ampliaciones o detalles.

“Un cambio o colocación de piso, subir una barda, hacer una cisterna, sólo eso, la verdad es que tenía miedo, porque mi padre no me enseñó a interpretar planos y mi hermano mayor ya empezó a trabajar con arquitectos y me contaba que lo regañaban de que no entendía lo que le pedían”, dijo, “así estuvimos hasta que un arquitecto nos enseñó, él fue muy buena gente y nos dio mucho trabajo”, añadió.

Mencionó que tiene 4 hijos, tres hombres y una “princesa”, como él acostumbra llamarla, mientras que todos ellos, los hombres, también son albañiles, ya que ninguno siguió estudiando.

(POR ESTO! / Campeche)