Pasadas las lluvias de la semana pasada, calles carmelitas aún retienen el agua puerca de los charcos en los baches, clara muestra del desinterés de la administración municipal por las colonias marginadas de la ciudad, como lo es la Renovación I, sobre la calle Puerto Madero, donde a más de una semana permanecen los hoyancos siendo nidos de vectores transmisores de enfermedades.
En la esta vialidad cada vez hay más huecos, pese haber sido reportada infinidad de ocasiones, además de encontrarse a un costado del tianguis del Chechén, donde el alcalde espurio Oscar Rosas prometió un nuevo mercado que se quedó en palabras, las actuales autoridades municipales no han hecho nada por pavimentar la muy deteriorada calle, mientras que los comerciantes de la zona lamentan que los tengan tan marginados y eso que es una de las zonas con mayor actividad comercial de la Isla.
Fernando Flores quien laboral por la zona un local, indicó que ya llevan muchos años sin ver una pavimentación, que debería ser de concreto hidráulico por la importancia de la zona, puesto que a la menor lluvia se quedan los enormes charcos donde proliferan mosquitos, además de dar mala imagen a un sector donde abunda el comercio.
“La verdad es que ni chapopote han venido a echar, ya llevamos muchos años sin mejoras, pese a que han pasado los políticos en campaña prometiendo un cambio, pero llegan al poder y se olvidan de su deber y su compromiso, así que sabrá Dios cuando veamos un arreglo, apenas pasaron las lluvias pero mire, los charcos ahí se van a quedar hasta que del agua sucia proliferen los moscos”, indicó.
Asimismo, detalló la importancia de ese sector de la Isla por la actividad del tianguis, “sabemos que esta parte de la ciudad es muy importante, debido a la gran cantidad de gente que vive por aquí, además, somos muchos los que trabajamos como comerciantes o en otras cosas, y hemos visto cómo se ha ido resquebrajando la calle, sin que la vengan a componer”.
Unidad
Igualmente, mencionó que en el tema de seguridad los colonos han optado por unirse cada que ven a alguien sospechosos, y con los años han aprendido a cuidar su zona, y no permitir ser asaltados.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)