Campeche

Al cierre de la Temporada de Apertura 2019 el campo “Mario Boeta Blanco” continúa destartalándose, velarias del graderío se suman a los desperfectos del recinto deportivo donde no se ven reflejados los nuevos pagos impuestos por el Instituto del Deporte y la Juventud de Carmen (Indejucar).

Pese a que el Indejucar hizo de carácter obligatorio el pago de afiliación de equipos de Fútbol para participar en las ligas que iniciaron desde hace dos temporadas, el gasto extra de los deportistas no se ve reflejado a la fecha a pesar de prometerse mejoras a la infraestructura deportiva de la Isla por los convenios apalabrados por el director del Indejucar, José Antonio del Río González, con la Asociación de Fútbol Aficionado del Estado de Campeche A.C.

Como informó oportunamente POR ESTO! los equipos que quisieran participar en las ligas adscritas al Indejucar tendrían que desembolsar de $900 a $1,950 pesos para la afiliación al Sector Amateur de la Federación Mexicana de Fútbol, esto además de los cobros ya existentes por concepto de inscripción, credenciales, etc.

Los pagos autoritarios para poder participar en las ligas del municipio costó la estancia de más de un equipo en los diversos torneos efectuados, como en la Liga de Fútbol 7 Carmelita que se desarrolla en el campo “Mario Boeta Blanco” de Playa Norte.

Dicho espacio alberga un total nueve torneos activos: Primera Fuerza, Segunda Fuerza, Tercera Fuerza, Libre Femenil, Sabatina Libre, Dominical Vespertina, Dominical Matutina, Inter Prepas e Inter Secundarias, sin embargo, el recurso que supone la estancia de la mayoría de equipos que accedió a pagar los nuevos conceptos obligatorios no se ve reflejado ni en el campo, baños o graderío, situación constatada por el lente de POR ESTO!

Al cierre del Torneo de Apertura 2019 se mantiene la expectativa de si ahora en realidad harán trabajos de rehabilitación en el campo como prometieran las autoridades competentes y no como antes de iniciar el torneo a concluir cuando únicamente parcharon una sección del medio campo, mientras que se continuaron formando más “cráteres” en el terreno de juego.

(Texto y fotos: Emmanuel Sansores)