Campeche

A un año del fraude electoral

Este 1 de julio se celebra un año de la histórica jornada electoral en la que el poder ciudadano acabó con décadas de dominio “prianista” en la Presidencia de la República, con el triunfo indiscutible de Andrés Manuel López Obrador, victoria que ha generado todo un terremoto en la vida política nacional, por lo que este lunes en el país se vivirá un ambiente de júbilo por el cambio que decidió la sociedad mexicana hace un año.

A contracorriente, para el Municipio de Carmen este 1 de julio también será un recordatorio de cómo se vulneró la voluntad popular de toda una ciudadanía que salió a las urnas a expresar sus preferencias políticas, preferencias que fueron pasadas por alto desde la capital del Estado.

Vale la pena recordar cómo, y mediante qué artimañas, llegaron al poder las cuestionadas autoridades municipales actuales, encabezadas por el alcalde espurio Oscar Rosas González, el que a un año de su “triunfo”, y a nueve meses de su administración, aún no supera su crisis de legitimidad ante su nulo trabajo en el municipio.

Así mismo, destacar qué ha sido de cada uno de los actores políticos y sociales involucrados en los pasados comicios municipales, los que sin duda pasarán a la historia local como unos de los más cuestionados y con mayores sospechas; y qué decir de las evidencias que documentaron el papel del Gobierno del Estado, y la vulneración del órgano público local electoral, el Instituto Electoral del Estado de Campeche (IEEC), cooptado por militantes priístas desde el seno de su propio consejo.

La mesa estaba puesta

Uno de los primeros indicios de que la mesa estaba puesta a favor del candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Oscar Rosas González, se dio durante el periodo de precampañas, a principios del 2018, ya que aprovechando lagunas legales, el priísta realizó actos adelantados de proselitismo haciendo uso del clientelismo sobre el gremio de taxistas de Carmen; obligados, como acusaron varios de ellos, choferes de taxis y combis fueron obligados por el SUTV, contralado aún por Raúl Castillo Baqueiro, a colocar calcomanías con la imagen Rosas González y anunciarlas por toda la ciudad.

Pese a las denuncias de los demás actores políticos, el IEEC no amonestó al adelantado candidato, como tampoco lo hizo meses después, durante abril, cuando aún no arrancaban las campañas a nivel estatal, el priísta una vez más ignoró la Ley Electoral al iniciar con la pinta de bardas “subliminales”, semanas antes de que arrancaran formalmente la etapa proselitista.

Infiltrados

El proceso electoral 2018 pasará a la historia como uno de los más sucios de la historia política del Estado, por el papel que jugó el IEEC al supeditarse a los designios del Gobernador Alejandro Moreno Cárdenas y del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues se permitió que en todos los Consejos Distritales, Municipales y el propio Consejo General, hubiese militantes priístas que operaron fraudulentamente.

Una de los principales indicios de fraude es el hecho de la filiación partidaria tricolor de quien fungió como presidenta del Consejo Municipal, Guadalupe Miss Sánchez, así como otros integrantes del organismo encargado de los comicios municipales.

Sin embargo, el agravio a la democracia fue mucho más profundo. Según bases de datos del INE, más de 50 consejeros locales del pasado proceso fueron afiliados al PRI, entre ellos la integrante del Consejo General del IEEC, Susana Candelaria Pech Campos.

Susana Pech fue integrante de comisiones estratégicas como la Comisión Revisora de Lineamientos y Reglamentos, la de Organización Electoral, del Comité de Transparencia, la Comisión de Debates –de la que es presidenta-, y forma parte del Convenio General de Coordinación y Colaboración del Proceso Electoral Ordinario 2017-2018.

Desde dichas comisiones, especialmente la Revisora de Lineamientos y Reglamentos y la de Organización Electoral, se habría vulnerado la imparcialidad, objetividad y transparencia de la que tanto alardea el IEEC, pues siendo priísta la propia Pech Campos se permitió que el PRI colocara piezas en puestos claves.

POR ESTO! (edición del 15 de julio del 2018) realizó una revisión exhaustiva a la lista de cada uno de los 21 Consejos Distritales, los tres Municipales y el General, hallando que en todos -con excepción del Distrito 18 de Hecelchakán- se incluyó cuando menos a un militante del PRI, y en varios casos incluso se trató del propio consejero presidente.

Pese a todas estas evidencias comprobables descargando las bases de datos del portal del INE, y corroborándolas en la página del PRI, el IEEC se empeñó en pretender engañar a la ciudadanía campechana, desdeñado todos los indicios de fraude.

Jornada histórica

Así mismo, cabe recordar que antes de la jornada histórica se vivieron hechos de violencia política en la Isla, perpetrados por líderes de colonia priístas, así como supuestos líderes sindicales, quienes no sólo agredieron a simpatizantes de otros partidos ajenos al PRI, sino también fueron señalados por generar temor entre los votantes al incendiar anuncios de otros candidatos.

Pese a todo ello, el 1 de julio fue un día histórico en el que los carmelitas salieron en masa a expresarse en las urnas, aunque el propio ex Gobernador Alejandro Moreno Cárdenas era excesivamente violento y afirmaba que “educaría” a Andrés Manuel López Obrador, el voto carmelita fue masivo para el originario de Macuspana, Tabasco, y su efecto de popularidad catapultó prácticamente a todos sus candidatos, desde diputaciones locales hasta federales y senadurías. Todas menos el municipio, donde el pasado pesó para el candidato Ramón Ochoa, a quien no se le perdonó su participación en la aprobación de la Reforma Energética.

Ese también fue uno de los principales reclamos para el entonces candidato Oscar Rosas González, quien hasta el día de hoy no se puede quitar el fantasma de haber generado tanto desempleo y crisis económica.

“Mapacheo”

No obstante, el valor ciudadano se topó con un “mapacherismo” priísta bastante fuerte aún en la Entidad; documentada periodísticamente quedó la acción de acarreados y grupos de choque identificados con el PRI, que procedieron a generar conflictos en casillas ubicadas en las colonias más alejadas.

Al término de la jornada inició el calvario para la ciudadanía, pues los resultados que a las primeras horas de la noche daban el triunfo al candidato del PAN, Pablo Gutiérrez Lazarus, pronto fueron manipulados.

Durante la noche del 1 de julio, el PREP estatal se quedó detenido cuando aún iba arriba Gutiérrez Lazarus, rápidamente un contingente de priístas tomó el Consejo Municipal del IEEC en Carmen, ubicado en la calle 55, donde se apostaron por más de una semana, hasta que finalmente las boletas fueron llevadas a la capital.

Tras varios meses de protestas e inconformidad, la elección no se resolvió en las urnas, sino ante otro cuestionado Tribunal. Entre los señalamientos que quedaron en la memoria histórica, está la infiltración de priístas en el IEEC, así como la desaparición de paquetes electorales.

(Texto y fotos: POR ESTO!)