Campeche

SAN JUAN BAUTISTA SAHCABCHEN, Hopelchén, Cam., 13 de julio.- El cambio climático severo con aires huracanados, descargas eléctricas, además del calentamiento global, son consecuencia de la contaminación del medio ambiente por el uso desmedido de productos agrícolas, conocidos como pesticidas, aplicados en miles de hectáreas, y lo peor es que los menonitas dejan los envases al descubierto, abandonados en los linderos de los mecanizados, donde contaminan toda la selva y no hacen nada por evitar este ecocidios.

Los habitantes, entre ellos, el ex comisario ejidal Gilmer Iván Lugo Euán, explicó que “la comunidad no encuentra cómo llamar la atención para que los menonitas hagan conciencia y participen cuando menos para almacenar sus envases de los insumos usados y dejarlos en los contenedores para que se los lleven las dependencias de medio ambiente, y no los dejen a que el agua pluvial los arrastre sin destino. Incluso hay otros que los entierran y es una contaminación al manto freático”, aseguró.

Explicó que la comunidad constantemente realiza pinta de bardas con mensajes contra el uso desmedido de los herbicidas para contrarrestar la maleza “y lo peor que se usan avionetas para la fumigación y es fatal para las miles de colmenas de abejas que a diario deambulan en los amplios campos y de pronto en vía aérea son fulminadas, lo que es un desastre natural.

“Y no estamos de acuerdo porque las autoridades de los tres niveles de Gobierno sólo realizan talleres sin aplicar castigos o una llamada de atención para que adopten otra cultura de preservación de la flora y la fauna de esta región de Los Chenes.

“El calentamiento global ya tiene consecuencias, el golpe de calor, cuando llueve ahora acompañado con vientos huracanados, tirando frondosos árboles, acompañado de descargas eléctricas y hasta un caballo fulminó en Komchén el miércoles pasado en la noche, por lo tanto ya es desesperante lo que estamos viviendo, pero al parecer sólo gritamos a los cuatro vientos y las autoridades como que están sujetas a las decisiones de los menonitas, quienes hacen de las suyas y nadie les pone un alto.

“La zona chenera era tan privilegiada por sus altas zonas boscosas, sus lagunas en varias comunidades, lo que poco a poco están desapareciendo por el desmonte exagerado, donde han tirado miles de hectáreas y no existe denuncia para castigar a quienes recurren en los malos hábitos, y para ello es entregado a los menonitas, quienes se encargan de desmontar para convertirlo a mecanizados y sembrar soya, otros se dedican a quemar montes para convertirlos en ranchos y de las autoridades nadie ha defendido de la devastación al ecosistema.

(Jorge Amado Caamal Ek)