Tal como había advertido POR ESTO! desde hace varias semanas, la erosión en el sector de la colonia Tierra y Libertad finalmente afectó el tramo de la avenida Paseo del Mar entre Amado Nervo y Centauro, y sólo una vez que se dañó él arroyo vehicular al fin la problemática llamó la atención de las autoridades de Protección Civil municipal y estatal, aunque el problema se inició desde el 2017 con el encallamiento del barco “Caballo de Trabajo”, de Oceanografía.
Apenas este jueves acudieron al sitio el director de PC local, Jorge Alberto Sarricolea Chablé, así como el director de Análisis de Riesgos de la Secretaría de Protección Civil del Estado (Seproci), Hugo Villa Obregón, pero sólo para iniciar las labores de los posibles riesgos a la población que ya empezaron a ser palpables desde el día de ayer.
Cerca del mediodía el tránsito se vio restringido a un solo sentido en aquel tramo de la avenida Paseo del Mar, donde se colocaron vallas restrictivas así como elementos de la Policía Municipal para desviar el tráfico.
Al respecto, el director de PC Carmen, Sarricolea Chablé, sólo manifestó que es significativa la erosión que se ha presentado, pero que apenas están por determinar las causas y los riesgos, un trabajo que apenas iniciaron el día de ayer.
Por su parte, el meteorólogo Hugo Villa Obregón, director de análisis de riesgos de la Seproci, reconoció que la alerta lleva desde hace semanas, pero que apenas se apersonaron para “hacer una visita y analizar la situación desde el punto de Protección Civil, desde el punto de vista de análisis de riesgo.
“La situación que se ubica en esta parte de la colonia Tierra y Libertad, en esta zona, que está viéndose erosionada y afectando ya la infraestructura (…) Estamos haciendo una revisión de esta situación y de acuerdo a nuestras facultades y atribuciones estaremos haciendo los comentarios correspondientes”.
Sin embargo, ante los riesgos para la población que en días pasados ha exigido ante las autoridades que se busque una solución, el funcionario estatal sólo indicó que sus facultades y atribuciones sólo son aportar comentarios que puedan contribuir a una solución.
Finalmente, al ser cuestionado sobre la presencia del barco de Oceanografía, el meteorólogo de la Seproci se negó a reconocer la afectación, “eso lo tendría que determinar algún especialista en cuestiones de costas, y en este caso si así llegase a ser habría que ver los procedimientos conforme a la ley para solucionar esta situación, a nosotros lo que nos compete es ver, en este momento, en la situación actual, cuál es el riesgo que puede existir para la población”.
“Un análisis de riesgo, tenemos que ver nuestro comentario, opinión, en qué sentido va a ser, después de haber analizado esta situación y de conocer algunos datos más, ya determinaremos qué podemos hacer, si en algún momento se define de acuerdo al Atlas de Riesgo que puede haber algún elemento más que puede haber que incremente el nivel de riesgo, nosotros lo puntualizaremos y si hubiese la necesidad estaríamos entregándolo en un escrito”, externó, dejando más dudas que aclaraciones sobre este impacto ambiental.
Familias, en peligro
No obstante, no se debe perder de vista que la incompetencia y falta de voluntad del Gobierno de Oscar Román Rosas González mantiene en la incertidumbre a cientos de residentes cercanos, específicamente de las colonias Tierra y Libertad, Bivalvo y Ortiz Avila, quienes temen perder su patrimonio o, lo que es peor, enfrentar una contingencia que ponga en riesgo su vida.
Y es que si se toma en cuenta que el mar “devoró” más de 25 metros de playa en menos de un año y medio, cabe la preocupación de que los gobiernos Estatal y Municipal vuelvan a dejar a la deriva a vecinos y suceda una tragedia, sobre todo porque en las cercanías se encuentran numerosas viviendas, algunas escuelas y hasta empresas.
Lamentablemente, esta situación siempre fue menospreciada por las instancias competentes, tanto municipales como estatales, pues lo único que hizo la dirección de Protección Civil fue colocar cintas de advertencia, pero nada más.
Sin estrategias, soluciones o siquiera voluntad de hacer las cosas, el mar finalmente reclamó “lo suyo”, y tras desaparecer por completo la avenida Paseo del Mar, se teme que continúe su acelerado paso hacia la zona habitada, ante la mirada impávida de quienes reciben un sueldo por garantizar la seguridad de los carmelitas.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar / Ricardo Jiménez)