Eudaldo Chávez Molina ¡Crónicas del T’nab!
CAMPECHE, Cam., 25 de agosto.- Agosto mes de la emancipación política del Estado de Campeche, un mes emblemático en la entidad al que se debería de honrar con honestidad y transparencia. Sin embargo, solamente ha servido para la farsa, el circo, la desinformación y el show mediático.
Lo que debería ser tiempo de información apegado a la ley y de cara al pueblo, se convirtió en acto de malabarismo político, de ocultamiento de la verdad y en un mero show de pasarela política que entronizó como la revelación de la comedia al ex edil, Edgar Hernández, como la estrella del circo político. En tanto la situación financiera de la administración pública estatal en los últimos cuatro años sigue injustificable y en la opacidad.
Es que la entrega ceremonial del documento, no es un informe real a la soberanía popular, los diputados del Congreso del Estado debieron de analizar a conciencia el documento para escudriñar todos los recovecos de la retórica política, para vencer la opacidad con que se ha manejado el dinero del pueblo, para proceder al combate efectivo de la corrupción y la impunidad. No puede haber un Estado de Derecho sin una debida protección del acceso a la información.
Para colmo en relación al combate de la corrupción, dos hechos sacudieron el ambiente político y han marcado el escenario preliminar de la conmemoración de la emancipación política del Estado de Campeche del pasado siete de agosto, que más bien fue un funeral por los contrastes de los suntuosos festejos de antaño.
Más bien hoy se simula austeridad, pero la fiesta, la pachanga y el jolgorio, siguen por los municipios, después de las estériles comparecencias. La buena nueva de los heraldos políticos es llevar el mensaje de que el nuevo mesías de Campeche es Cristian Castro Bello, quien en una campaña adelantada desde la Secretaría de Desarrollo Social y Humano (Sedesyh), anda ya promoviéndose con presupuesto público como el candidato de su tío para la contienda del 2021 y lo hace de la mano del gobernador en funciones. ¿Dónde están los diputados?
Libres e impunes por la integración a modo del Comité Ciudadano Anticorrupción del PRI, y la muerte del Fiscal Estatal Anticorrupción, los funcionarios del sexenio dan rienda suelta a sus aspiraciones y desmanes, haciendo campaña en flagrante violación de los ordenamientos jurídicos y electorales y de la propia Constitución Federal.
Como evidencia ineludible se ha dado a conocer un calendario oficial de campaña política para los 13 municipios. La Constitución prohíbe la promoción personal con presupuesto público. ¿Y el Congreso del Estado como vigía y defensor de los derechos del pueblo?
Es tanta la corrupción que existe en Campeche, que cientos de expedientes de denuncias contra actos de corrupción provenientes de los municipios y de las dependencias estatales, contaminaron el ambiente político y el fiscal anticorrupción se contagió mortalmente.
Comparecencias sin
preguntas, solo alabanzas
En el preámbulo de las comparecencias inútiles, si bien es cierto que el documento relativo al IV informe de acuerdo al ritual político se entregó al Congreso del Estado, esto no significa que se haya informado a la soberanía popular, es decir, a los campechanos.
La realidad es que los diputados, salvo algunas excepciones, no representan a los campechanos, son presa de su propia ambición muy personal y más que nada se representan a sí mismos en la satisfacción de sus intereses económicos. Miles de ciudadanos no saben cuál es el contenido de lo que recibieron los diputados, ni siquiera los legisladores saben lo contiene ese documento protocolario.
Una vez que el gobernador en funciones, Carlos Miguel Aysa González cumplió con la ceremonia protocolaria, se dio paso al otro ritual de las comparecencias, que es un acto inútil que no ayuda en nada al esclarecimiento de los gastos que se realizaron en estos últimos años del gobierno “alista”, más que nada son un mero acto de malabarismo político, de show mediático, de circo y payasadas, con el afán de sacar a los funcionarios de la rutina y de matizar el amarillo burocrático de sus rostros.
La farsa de las comparecencias no coadyuva en nada a la transparencia ni a la rendición de cuentas, es en sí, un acto circense, una farsa para intentar legitimar los actos oficiales de la administración pública. Los resultados de las comparecencias de funcionarios del gabinete estatal han sido nulos, de complicidades y de pasarela política.
El formato corresponde a un régimen arcaico, caduco y de rancio aroma característico del autoritarismo, por lo que ya es tiempo de modernizarlo acorde a la exigencia social que se vive, donde el reclamo ciudadano es el manejo honesto del presupuesto, solamente así podrán tener los diputados de oposición mayor libertad como representantes populares a que hagan las preguntas que sean necesarias, hasta llegar a la verdad en cuanto al manejo del presupuesto.
En los últimos años las comparecencias han sido nada más para llenar un protocolo, más que para aclarar las dudas en los rubros financieros donde existen sospechas de desvíos y saqueos, el rígido procedimiento que se sigue protege a los funcionarios, pues no se permite el debate y menos las preguntas incómodas, pues siempre esperan los funcionarios aplausos a sus actos de corrupción, y Morena no está para inclinar la cerviz ante la mafia.
Muchas veces los diputados cómplices se convierten en avales de los actos de corrupción a cambio de canonjías, son simples espectadores que con su silencio cómplice traicionan al pueblo. A veces el abandono del recinto como acto de protesta y desaprobación es un acto de mera dignidad, pero eso no les impide repudiar y condenar los hechos que ponen en peligro el dinero del pueblo.
Campeche está a la deriva en lo que se refiere al combate frontal de la corrupción, 100 mil millones de pesos manejados en la opacidad en estos cuatro años de gobierno, y otros tantos millones de pesos sin justificación que dejaron como herencia varios exalcaldes como el de Tenabo, Campeche, Calkiní, Escárcega, Palizada, etc., es decir los once municipios envueltos en actos de saqueo del erario público que siguen en la impunidad, aunque ahora son trece pero dos no tenían la jerarquía de “municipios soberanos”.
Comité anticorrupción a modo
Aunado a estos actos de impunidad campechana, hace unos días por medio de una simulación, se integró el Comité Ciudadano Anticorrupción del PRI, convertido en una farsa y en un acto de simulación política, así fue conformado el Comité de Participación Ciudadana Anticorrupción, donde María de los Dolores Ortiz Lanz, hermana de la actual directora del Instituto de la Mujer del Estado de Campeche (IMEC), Adriana Ortiz Lanz, lo presidirá gracias a la influencia de su hermana.
No hay que olvidar que cuando Adriana Ortiz Lanz fue colocada como rectora de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC), utilizó a los universitarios para llenar espacios políticos favor del PRI, ante el desprecio de los ciudadanos y militantes que ya no creen en el PRI, la UAC se convirtió en un sector más al servicio del partido en el poder estatal y exportadora de porras para los eventos políticos a cambio de regalar calificaciones, becas y otros privilegios.
Y nada ha cambiado en la UAC, esos actos porriles y antiacadémicos no son exclusivos de un periodo rectoral, se replican en otras acciones inmorales. Actualmente ha trascendido que la rectora en funciones ha puesto en venta plazas a un precio de 150 mil pesos, en complicidad con el Sindicato priista de la SUTUAC. Son actos que se deben de investigar a fondo para limpiar la imagen de la rectora, si es que no está involucrada en estas presunciones que se denuncian y que es un secreto a voces. Si alguien logró pagar su plaza muy pronto pasará a formar parte de la nómina universitaria en este ciclo 2019-2020, y laborando nada más dos días a la semana. Si esto no es corrupción, ¿Cómo le llamaría?
Presunción que podría aprovechar el Ejecutivo del Estado para pretextar su cambio, lo que en nada la afectaría, pues no se quedan sin trabajo, el servilismo oficial tiene un precio. Ni con la Estafa Maestra escarmientan.
Por su labor política, que no universitaria ni académica, Adriana Ortiz Lanz brincó a una diputación federal y pasó de noche en la Cámara de Diputados, salvo algunas comisiones sin trascendencia positiva para Campeche, al terminar su ciclo como “legisladora” y quedarse sin trabajo, se le incrustó en el Instituto de la Mujer, y su primera actividad fue clausurar a la sucursal de esta dependencia en Tenabo cuyo gobierno municipal surgió de MORENA y por eso se les retiraron los muebles de oficina que tenía esa filial.
Po lo que de acuerdo a estos antecedentes y a la luz de la opinión pública la imposición de su consanguínea María de los Dolores Ortiz Lanz como presidente del Comité Ciudadano Anticorrupción del PRI, fue una cuota política para estas dos mujeres que han hecho trabajo sucio precisamente para el PRI, que es el partido de donde han sacado sus mejores prebendas y privilegios.
Tal y como se ha denunciado, se conformó un Comité Ciudadano a modo, que de ciudadano no tiene nada pues se cae en el conflicto de interés, aunque la propia María de los Dolores Ortiz Lanz, presidenta del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción del PRI, lo negó. Está bajo la luz el conflicto de intereses, son cuotas de partido del PRI por lo que servirán a os intereses de ese partido que representan, es obvio que si militara en otro partido no la hubieran tomado en cuenta para ese cargo.
En nada cambia la militancia y su ideología, que la familia Ortiz Lanz haya declarado el conflicto de intereses y reconocido como efectivamente es, que su hermana es un servidor público, y que en caso de que hubiera alguna situación se abstendría, eso no es suficiente.
No basta para recobrar la confianza ciudadana, nadie cree que el comité que encabeza actuará con imparcialidad y que dará curso a los casos que involucre a funcionarios que la impusieron. Tendría que comprobar su imparcialidad radicando una investigación de oficio en contra del Cristian Castro Bello que anda en campaña promoviendo su persona en todo el estado con cargo al erario público.
Tendrá que empezar con revisar los gastos de estos cuatro años de gobierno, y darles curso a los expedientes con los desvíos y saqueos de los 11 municipios, (2 no tenían esa jerarquía) cuyo emblema de los actos de corrupción lo encabeza el exalcalde priista de Tenabo que tuvo un mal gobierno. En su momento se supo que fue presentada la demanda ante la Fiscalía Anticorrupción, donde la impunidad está de luto.
No hay duda de que María de los Dolores Ortiz Lanz es una ciudadana, lo somos todos, salvo prueba en contrario, sabemos que llena el perfil, como lo llenan otros que participaron pero que no tenían la influencia que ella tiene de su hermana, y que cumplió con los requisitos que el gobierno del PRI le exigió, ha manejado un perfil ciudadano, pero es una priista al servicio de un gobierno priista, es su derecho es su decisión.
Y es que, aunque este Comité Ciudadano Anticorrupción en su mayoría tiene el sello del PRI, la hermana de la exdiputada federal de ese partido negó estar afiliada a algún instituto político, sin embargo, toda actividad política que han realizado ha sido a favor del PRI. Lo que se ve no se juzga.
No es necesario que milite en algún partido para favorecer al PRI, está bajo la luz pública que su arribo al Comité Ciudadano Anticorrupción es por su filiación priista y por el influyentísimo de su hermana, que enturbió el proceso de su nombramiento como presidenta que está viciado de origen.
El resto de los integrantes son Pastor Cruz Ortiz, por cinco años; María del Socorro Vázquez García, por cuatro años; Beatriz Ojeda Vidal, por tres años; y Marlín Karina Garrido Balam, por dos años. María de los Dolores Ortiz Lanz fungirá como presidenta por un año, menos mal. Felicidades.
En este escenario político se conmemoró la emancipación política de nuestro estado de Campeche, inmerso en un acto circense, de simulaciones, de parodias, de farsas y complicidades. Campeche no se merece tantos agravios.