Sin motivo aparente, obra vía licitada por la Secretaría de Desarrollo Urbano, Obras Públicas e Infraestructura (Seduopi), sobre la calle 35-B con Periférica, que inició desde el pasado mes de mayo para la pavimentación con concreto hidráulico de esa vialidad, fue destruida parcialmente el día de ayer, echando por la borda semanas de trabajos pagados a una empresa contratista con recursos públicos del Estado.
Sorpresa causó entre ciudadanos carmelitas el ver una obra a punto de ser concluida, y que de la nada fuera destrozada por la propia empresa encargada de su edificación, sobre todo debido al evidente retraso con que se encuentra pues ya habían pasado varios meses desde que se inició.
Aunque se espera que la Seduopi guarde completo hermetismo al respecto, abonando a la opacidad que la caracteriza, fuentes consultadas del ámbito de la construcción señalan que el romper la carpeta de concreto hidráulico se pudo deber a varios factores atribuibles a una mala ejecución por parte del contratista, como pudo ser el que la mezcla del concreto no haya pasado las pruebas de concreto que debe cumplir con aspecto como resistencia a la humedad, filtraciones así como de carga.
Se esperan sanciones
Por lo que se esperarían sanciones contra la empresa responsable pues no sólo significa un retraso en la entrega, sino también una pérdida de varios cientos de miles de pesos, si no es que millones, pues el proyecto no fue nada económico.
Mediante la licitación LO-904012996-E4-2019, la Seduopi otorgó a una empresa priista la pavimentación con concreto hidráulico de la calle 35-B entre avenida Periférica Norte y calle 66, se trata de la favorita “Construcción Edificación y Supervisión de Obras de Campeche S. A. de C. V.”, vinculada con el constructor de la mansión de “Alito”, el priista Atilano Miguel Sánchez.
Por la ejecución de la obra la empresa de Román Miguel Sánchez, y de su hermano el constructor y financiador de campañas priistas Atilano Miguel Sánchez, está cobrando un presupuesto de 7 millones 98 mil 22 pesos, y se desconoce hasta el momento cuánto se incrementará el costo al romper lo ya construido, o si se obligará al contratista a reparar sus yerros.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)