CAMPECHE, Cam., 14 de septiembre.- Campeche celebró 454 años de la llegada del Cristo Negro, Señor de San Román. Durante la eucaristía, el presbítero Martín Mena Carrillo dirigió un emotivo mensaje, ante un templo abarrotado, por la presencia del gremio de señoras, la mayoría de ella vestidas con el traje típico de la campechana.
Cuenta la leyenda que en el año 1563 azotó a Yucatán una plaga de langostas, produciendo daños que se abatieron con marcada intensidad sobre Campeche. Como consecuencia, los indígenas del lugar, dedicados a la agricultura, decidieron adoptar a un santo patrono que los protegiese contra las vicisitudes de la naturaleza, eligiendo así a San Román Mártir como espíritu tutelar, por lo cual construyeron una ermita para colocar la imagen del santo que dio nombre a la capilla y al conocido hasta la fecha como barrio de San Román.
También se afirma que la ermita fue puesta bajo la advocación de San Román Mártir en 1563, lo que seguramente ocurrió en agosto del mencionado año, pues en ese mes se celebra las festividades de la imagen. En un principio fue humilde la capilla de San Román Mártir y, desde luego, la del Cristo Negro al que depositaron allí los campechanos en 1565, previo encargo hecho a Juan de Cano y Coca Gaitán quien la trajo de Alvarado, Veracruz y la cual fue tallada en Civitavecchia, Italia.
Se sabe que al transcurrir el tiempo, la modesta capilla ubicada al poniente del puerto creció paulatinamente hasta convertirse en el templo de las dimensiones que presenta en la actualidad. La obra posiblemente estaba ya terminada en el último tercio del siglo XVI, hacia 1570 ó 1580, aunque, con base en los datos transcritos del libro Relación Historial Eclesiástica del autor Francisco de Cárdenas y Valencia, la conclusión de la iglesia con las proporciones que ahora guarda debió lograrse sólo hasta mediados o finales del siglo XVII, pues en 1639, año en que el mencionado autor redactó su obra, San Román era todavía, según sus propias palabras, una “iglesia pequeña construida en los extramuros de aquella villa”.
Las festividades
de este año
Dos obispos y un vicario estarán dando realce este año al programa anual de la fiesta religiosa en honor al Cristo negro de San Román al cumplirse el 454 Aniversario de su llegada a tierras campechanas procedente de Italia y 11 años consecutivos de su paseo por la bahía de esta ciudad, donde cientos de personas se reúnen para dar gracias por sus plegarias.
Llenos de alegría y movidos por su fe, personas de la tercera edad, sin importar la falta de asientos, permanecieron atentos a la misa que dio inicio cerca de las 10 de la mañana, donde se indicó que en la Diócesis se está viviendo el gozo de celebrar a su hijo en este año jubilar, los 454 años de la llegada del Cristo Negro de San Román.
Por su parte, el obispo de Campeche, José Francisco González González, exclamó que la homilía habló sobre los sacrificios, “¡he aquí el porqué de todo! ¡Hay esperanza, hay sentido, hay eternidad, hay vida! No estamos locos los cristianos cuando en la Vigilia Pascual, de manera solemne, es decir, en el Pregón pascual, cantamos alabanza del pecado original”.
Finalmente, el domingo 29 de septiembre hasta las 19:39 horas, será el último día en que la imagen esté expuesta para veneración de los fieles católicos, donde alrededor de las 19:30 horas, el monseñor Fray Juan Manuel Muñoz Curiel, obispo auxiliar de Guadalajara, Jalisco, presidirá la santa misa de clausura, para que posteriormente se realice la procesión de la Sagrada Imagen.
(José Salazar)