Conmoción e incluso incredulidad ha generado en la comunidad agropecuaria de Hopelchén, la detención de por lo menos dos menonitas, durante un operativo perpetrado por fuerzas especiales de la Federación en el complejo agrícola de Las Flores, poco después del mediodía de este jueves nueve de enero.
Sin embargo, es más que evidente que este grupo étnico, admirado por su gran capacidad emprendedora y dedicación al trabajo, sobre todo en lo que corresponde a las empresas del sector primario, también sucumbió ante el poder narcotizante de la Delincuencia Organizada.
Asimismo, de acuerdo con información que fue recabada entre los habitantes de la zona (Nueva Trinidad, Hopelchén, ubicado a poco más de 40 kilómetros al norte de la cabecera municipal), este viernes tuvo lugar una nueva incursión de fuerzas federales en la zona, operativo que se desconoce si concluyó con aprehensiones o decomisos.
En este operativo de nueva cuenta participaron elementos que pertenecen a la Fiscalía General de la República (FGR) así como de la Secretaría de Marina (SEMAR), mismos que estarían operando en forma independiente a batallones y personal policial de las instituciones federales con mando en el estado de Campeche.
Por lo pronto, lo único que se supo es que el operativo que tuvo lugar en Campeche, tenía como objetivo principal algunos individuos pertenecientes a la etnia y grupo religioso menonita, que se dedican a actividades agropecuarias, principalmente a la siembra de soya, sorgo y maíz.
De acuerdo con las indagatorias realizadas por el corresponsal de POR ESTO!, el operativo estuvo dirigido hacia varios individuos sobre quienes pesan señalamientos respecto a su probable participación en actividades ilícitas relacionadas con la recepción de cargamentos de droga provenientes de Centro y Sudamérica, mismos que son traídos a territorio campechano a través de narco-vuelos.
Asimismo, en tanto se supo que la incursión de las fuerzas federales al complejo agrícola denominado Las Flores -que incluyó viviendas y propiedades de varias familias menonitas- que tuvo lugar el jueves pasado, concluyó con dos detenciones, en relación al operativo de este viernes no se dieron a conocer mayores detalles.
Menonitas, cautivados por el narco
La participación o vínculo entre menonitas y los cárteles del narcotráfico no es un tema nuevo, a principios de diciembre del 2014, Estados Unidos acusó a un grupo de menonitas mexicanos de cultivar toneladas de marihuana y de trabajar con un importante cártel de las drogas de México para enviar narcóticos a Estados Unidos.
En ese entonces, Abraham Friesen-Remple fue uno de seis integrantes de una comunidad menonita asentada en Ciudad Cuauhtémoc, en el estado norteño de Chihuahua, que fueron acusados de contrabandear droga en los tanques de gasolina de vehículos y dentro de maquinaria agrícola.
Friesen-Remple fue sentenciado el lunes en Denver a 15 meses de prisión después de declararse culpable de usar un teléfono para facilitar la distribución de marihuana. Un juez dijo que era posible que saliera libre el mismo día porque ya cumplió la sentencia.
Las autoridades dicen que una asociación así para traficar no es nueva. Pero el caso de Friesen-Remple ilustra cómo los menonitas trabajaban con el cártel de Juárez.
El vínculo voluntario e involuntario de miembros de la etnia menonita con los cárteles mexicanos, no es nada nuevo y la lista de los individuos pertenecientes al multicitado grupo étnico que han sido aprehendidos por estar vinculados con la delincuencia organizada no es corto.
Se presume incluso que los menonitas juegan un papel importantísimo en los propósitos internacionales de las organizaciones criminales, ya que el comportamiento expansionista de este grupo étnico-religioso le ha dado la posibilidad de tener presencia desde Canadá hasta países sudamericanos como Argentina, Colombia y Brasil.
Incluso en Belice, excolonia británica, se ha vinculado a los menonitas con el narcotráfico. El caso más reciente tuvo lugar en
marzo del 2017, muy cerca de la comunidad de Menonita de El Bajío, en Blue Creek, lugar donde aterrizó una avioneta que transportada droga.Como ocurre en todos los países que están dentro del atlas del narcotráfico, las operaciones de la delincuencia organizada en Belice, también cuentan con la complicidad de autoridades corruptas, razón por lo que los aterrizajes en los ranchos menonitas no fueron investigados a profundidad.
Capos menonitas
El nivel de participación de menonitas –principalmente en el norte y bajío del país- es elevado y ha llevado a las autoridades a considerar a algunos miembros de dicha etnia como capos importantes del narcotráfico. Ese es el caso de David Giesbrecht Fehr, mejor conocido como El Bolas.
Las investigaciones en contra de Giesbrecht Fehr, miembro de una familia menonita asentada en Chihuahua, iniciaron cuando fue acusado del asesinato de tres mujeres en Ciudad Cuauhtémoc, delito que fue vinculado a una disputa entre células delincuenciales.
Luego resultó que el también empresario del ramo agropecuario también era miembro del grupo Nuevo Cártel de Juárez y que los homicidios en los que se le involucró fueron parte de las víctimas que propició el enfrentamiento que sostuvieron con la célula delincuencial denominada Gente Nueva del Tigre.
Siempre existieron sospechas
Ciudadanos que habitan en la región donde han tenido lugar actividades vinculadas con el narcotráfico, mismas que se sobreponen a los complejos agrícolas y pecuarios que pertenecen a familias menonitas, declararon que dese hace ya muchos años se sospechaba que miembros de algunas familias de este grupo étnico y religioso estaban ligados a actividades ilícitas.
Los consultados afirmaron que la mayoría –por no decir la totalidad- de las familias menonitas asentadas en Campeche y en el Municipio de Hopelchén, es gente exitosa que generalmente obtienen ingresos generosos gracias a las actividades que llevan a cabo, principalmente la agricultura y ganadería.
Sin embargo, también manifestaron que en los últimos años -2012 a la fecha- comenzó a notarse una inusitada prosperidad y abandono de costumbres propias de la etnia, como es la adquisición de artefactos tecnológicos de última generación, incluyendo equipo de comunicación, así como vehículos modernos.
Como parte de la creencia de quienes pertenecen al grupo religioso menonita se encuentra en abandono o la no adopción de artilugios tecnológicos, de tal forma que en su equipo agrícola no es válido los que usan llantas vulcanizadas. Ter un radio para escuchar las noticias es considerado como un exceso entre los verdaderos miembros de la comunidad menonita.
Sin embargo, en Campeche, los menonitas quienes son poseedores de más del 30 por ciento de las tierras de labranza del Municipio de Hopelchén, en varios de los asentamientos menonitas, lo que sobresale en cada patio y residencia son las camionetas todo terreno, cuatrimotos y motos de las marcas más prestigiadas.
Asimismo, una constancia de que muchos menonitas de Hopelchén, poco tienen ya que ver con ese grupo étnico al que se le identificaba como
pacifista e industrioso, son los sofisticados sistemas de comunicaciones con los que cuenta la mayoría de estas familias de origen europeo.
Incluso, los menonitas asentados en Hopelchén, evidentemente ya no se conforman con habitar en modestas viviendas, pues ante su evidente acceso a un caudal de recursos monetarios, se han permitido construir verdaderas mansiones desde donde gobiernan sus enormes plantaciones.
(POR ESTO! Campeche)