Campeche

El presidente de la Federación de Cooperativas Pesqueras Ribereñas “Rebeldes de la Caleta”, José Luis Escalante Morales, señaló que no tienen una fecha específica para que los responsables del Programa de Apoyo a la Comunidad y Medio Ambiente (PACMA) les entregue los apoyos pendientes del 2019 y que consiste en redes robaleras, choperas, siete barberas y sierreras, pero que tentativamente sería en los meses de marzo o abril de este año, beneficios que también reciben las personas físicas que incursionan en la pesca, porque en el Municipio de Carmen y el Estado de Campeche se carece de un ordenamiento pesquero.

Expresó que de acuerdo a la última reunión que tuvieron a finales de noviembre del año próximo pasado, los representantes del programa PACMA mencionaron que iban a realizar una revisión de las documentaciones de las cooperativas para ver quiénes merecen los apoyos, recursos que han estado recibiendo desde hace años los hombres del mar, primero por medio del Fideicomiso Pesquero, por el orden de 15 millones de pesos anuales.

Beneficios ‘torcidos’

Mencionó que desafortunadamente el sector, por sus condiciones y aspecto político en el cual ha sido involucrado, acaparó todo, hasta la basura, desafortunadamente desde hace años ha predominado la ambición política y desplazan a las sociedades que son las que generan empleo al pescador y muchos que no tienen nada que ver como productores, sino como comerciantes, y los que aprovechan para subir los materiales que usan los hombres del mar resultan beneficiados con diversos programas pesqueros.

Desorden

beneficia a otros

Agregó que desde que nació el sector pesquero ribereño ha sido un desorden y no ha existido ninguna autoridad que le tome un verdadero interés como en otras localidades, porque existen comunidades en donde el sector pesquero ribereño son más responsables y organizados, allí la ambición es sectorial y no de grupo, como sucede en el Estado de Campeche y Municipio de Carmen, en donde ha prevalecido el desorden, cualquiera que tiene dinero se vuelve pescador o por lo menos mete alguna unidades para pescar y luego tiene los beneficios que todo pescador nativo no ha podido obtener, porque al no tener el suficiente recurso sólo realiza la actividad para vivir y vende en la forma que le permite las condiciones, siempre con el abuso del coyotero.

“Cualquiera se

vuelve pescador”

“El sector social ribereño ha presentado una propuesta del reacomodo del sector, porque esto está sucediendo como hace años cuando la pesca descendió, los grandes empresarios del camarón fueran figuras de cooperativas o armar grupos tradicionales, en el cual figuraron las personas físicas. Generalmente ahorita con los beneficios que se implementaron para ayudar a las cooperativas, todas las agrupaciones se volvieron cooperativas, hasta las personas físicas, y muchos simulan tener y no tienen nada, disimulan pescar porque tienen el permiso, pero no lo ocupan para la pesca, sino para otras cosas”, aseguró el líder pesquero ribereño.

Apuntó que no hay autoridad que ordene ni reordene el sector pesquero, y eso le comentaron al encargado del PACMA en Carmen, que van mal eso, porque cada vez los beneficios de la actividad pesquera son menores y los que se dedican a ello les cuesta más trabajo mantener la actividad y generar el empleo al pescador, pero desafortunadamente están en el desierto, “no hay nadie que nos escuche”.

Finalizó diciendo que hasta el momento no ha nacido ninguna autoridad que venga a poner un ordenamiento pesquero en el Estado de Campeche, principalmente en el municipio de Carmen, pues sólo hablan del cuidado, de ecología y conservar la naturaleza y los pescadores desconoce de qué manera lo hacen los funcionarios, y ante esto todo mundo pesca, con permiso o sin permiso, porque hay muchos que tienen más de un año y medio solicitando los permisos de pesca y hasta el momento no tienen a quien recurrir, “si vamos a Campeche es sólo para perder el tiempo, porque todas las documentaciones laa canalizan a Mazatlán, a pesar de que acordamos los procedimientos a final de cuentas no pasa nada y siguen esperando, ignorando por dónde jalar”.

(Texto y fotos: Fernando Kantún)