HOPELCHEN, Cam., 15 de enero.- Ayer miércoles no se registró movimiento alguno en el área demolida del Bazar y sólo la “mano de chango” se encontraba laborando sobre la calle 23, abriendo el caño para la introducción de tubería de agua potable.
Los vecinos fueron avisados para que sacaran sus vehículos y guardarlos en otro lugar, en tanto duran los trabajos en esa arteria.
Hasta este miércoles sólo el local construido por Henry Walter Gutiérrez Sansores se encuentra parcialmente en pie, ya que al parecer no se pudo suspender el fluido eléctrico, lo que representaba un riesgo su demolición.
Hasta el momento no se tiene comunicado oficial con respecto a los trabajos a realizar, sólo se sabe que es una obra del Gobierno Estatal que se generó con los recursos transferidos por la obra del distribuidor vial de la Avenida Central de la capital campechana que fue suspendida. De los locatarios se sabe poco, pero fuentes cercanas manifestaron que siguen en su batalla legal.
Pese a que se había dicho que al menos un locatario había aceptado trasladarse al merendero o Parador Gastronómico, en un recorrido por el lugar se pudo corroborar que los cinco locales se encuentran cerrados.
En tanto, en el área del conflicto, los cinco locales más antiguos ya fueron demolidos y se mantiene en pie el construido por Gutiérrez Sansores con autorización de la Comuna que en su momento le fue entregada.
En el área los vehículos y maquinaria no tuvieron acción y la actividad comercial de la calle 23 entre 20 y 18 transcurrió normalmente. Hay opiniones encontradas con respecto a la obra, pero se tienen antecedentes que durante la administración de Alonso Pacheco se hizo un programa integrador para el mejoramiento del Centro de la ciudad, que incluía el retiro de postería telefónica y de energía eléctrica, cableado subterráneo de estos servicios, remozamiento de las fachadas del Centro Histórico, incluso recuperar el contexto histórico que incluía devolverle el esplendor a la iglesia de San Antonio de Padua y por ello se contempló la demolición del Bazar Municipal, cosa que no se pudo lograr.
Compás de espera en defensa legal
Tras negar haber negociado de manera personal con la Comuna u otra autoridad, Henry Walter Gutiérrez Sansores aseguró que hay un compás de espera en la defensa legal de los locatarios, ya que hay un hecho consumado por la demolición del Bazar Municipal y sólo queda en pie un espacio construido con recursos propios que le fue concesionado por el Ayuntamiento local.
Reconoció que hubo un acercamiento de las autoridades locales con los locatarios, ambas partes dieron a conocer sus razones y fueron tres reuniones las que se desarrollaron. A la cuarta junta los comerciantes no asistieron y con ello se rompió el diálogo entre ambas partes.
Añadió que hay muchas versiones respecto al conflicto que se vive, entre ellas las medias verdades han salido a relucir y puso como ejemplo que en ningún momento retiró equipo, insumos o mobiliario de su local y está en espera de que sus cosas le sean devueltas, ya que ignora dónde fueron resguardadas.
Dijo que en su caso son dos locales los que está defendiendo, uno de ellos está a nombre de su hermano Roger Gutiérrez Sansores, al cual él representa, y el otro es el que construyó de manera particular.
Aceptó que llegó a un convenio con una persona para el usufructo del local, pero ya lo recuperó y es por ello que sigue en la lucha legal.
Manifestó que en el pleito que han entablado con el Ayuntamiento ha invertido sus recursos, lo mismo han hecho sus compañeros locatarios. Insistió en que no hay una información pública sobre los trabajos que se van a ejecutar en el área y espera que la obra sea de calidad, para justificar el daño patrimonial que se les hizo a los locatarios.
Remarcó que años de historia se han reducido a escombros, pero en su caso no va a ser un estorbo ni se va a oponer al desarrollo de la ciudad; aunque los trabajos son públicos van a estar bajo el escrutinio ciudadano y será el tiempo el que dé la razón a cada cual, acotó.
(Jorge Alberto Uc Moreno)