Campeche

Con la ciudadanía enojada ante la suspensión parcial del servicio del transporte público, inicia la segunda semana de paro de autobuses que llevan a cabo 12 concesionarias, a quienes ahora se les critica porque tal parece que el negocio debe ser redituable como para que permanezcan tanto tiempo sin realizar sus recorridos y puedan pagarles a los choferes.

Las 87 unidades aparcadas en los alrededores del Centro de Convenciones Campeche XXI permanecen en ese sitio desde el pasado lunes 20 de enero y hasta ahora no parece que se fueran a moverse. Su petición es que se les apruebe el alza de 7 a 10 pesos para adultos y de 4 a 6 pesos para estudiantes y adultos mayores.

El oficio entregado al Gobierno del Estado consta de seis puntos y en él se argumenta que la solicitud se hace ante el incremento en los costos que tiene este sector en los últimos años.

Además del alza, también demandan un apoyo mensual para mantenimiento por 15 mil pesos mensuales; eliminar la licencia de transporte público, porque cuentan con la de chofer que otorga la policía; aplicar tarifa preferencial a estudiantes de acuerdo con el calendario escolar y que no sea los fines de semana; bajar las multas de transporte público, sobre todo porque son imposibles de pagar por los operadores, y aprobar una credencial única de estudiantes que regule el IET con la participación de transportistas y la Secretaría de Educación.

En este contexto, transcurrió la semana con la postura del Gobierno del Estado, vía el secretario general de Gobierno, Pedro Armentía López, de que no se autorizaría ningún aumento al pasaje ni otra petición que hicieran los transportistas.

Pese al pronunciamiento gubernamental, los concesionarios manifestaron que permanecerán en su movimiento dadas las condiciones financieras en que laboran las cooperativas porque éstas son insostenibles y, por lo tanto, sólo podrían permanecer en la actividad si cuentan con el respaldo del Gobierno, ya sea aumentando el pasaje o proporcionando algún tipo de subsidio como sucede en Mérida, Yucatán.

Por ello, insisten en que los atienda el titular del Ejecutivo Estatal o el Secretario de Gobierno, porque el IET, que dirige Juan José Castillo Zárate, no tiene la facultad para autorizar incrementos o cualquier solicitud de subsidios.

Chantaje de transportistas

Sobre el movimiento de los concesionarios, el presidente de la agrupación Las Abejitas, José Luis Ramírez Quintana, lo calificó como un chantaje de quienes estuvieron acostumbrados a recibir subsidios, por lo que ahora si no es un negocio rentable que hagan como todo empresario: que cierren.

Además cuestionó que permanezcan una semana sin laborar cuando se tiene que pagar a los choferes y todos los gastos personales, lo que demuestra que es un negocio lucrativo como para paralizar el servicio y exigir aumento y subsidio cuando cualquier ciudadano, para comer, tiene que trabajar todos los días.

El movimiento –lamentó- es en perjuicio de la ciudadanía, ya que son los usuarios los que resultan afectados al disminuir el servicio con la consecuente afectación para los estudiantes y quienes acuden a sus centros laborales.

Además, planteó que sólo buscan incrementar sus utilidades y no se preocupan por los usuarios, como se comprueba ante el estado deficiente de las unidades, pues se comprometieron a mejorarlas con los aumentos autorizados con anterioridad, pero esto no ha sucedido.

Asimismo, aseveró que la actitud de los choferes quienes incurren en malos tratos contra los usuarios y las condiciones de las unidades hacen que los campechanos, en lugar de apoyarlos, se pronuncien contra el alza y el movimiento de chantaje.

Reiteró que los concesionarios jamás obtendrán el apoyo de los campechanos por las actitudes que han tenido durante años y pese a que anteriormente se les apoyaba por parte del Gobierno nunca mejoraron el servicio.

Por ello, planteó que la administración gubernamental ya debe estar analizando la factibilidad de otorgar la concesión a empresas que deseen proporcionar el servicio y ofrezcan la solvencia económica, e insistió en que la libre competencia sólo puede propiciar un mejor servicio, y si bien el Gobierno del Estado concesiona el servicio, éste debe ser de calidad y, en este escenario, demandó que se abra la oportunidad de que otros grupos participen en el servicio público, como son Las Abejitas, que solicitan proporcionar el servicio de taxi o vehículo particular para contribuir al desarrollo del sector en la entidad y que sean los ciudadanos quienes elijan a quienes presten los mejores servicios.

Choferes, en espera

En las inmediaciones donde están aparcadas las unidades, los choferes encargados de cuidar los autobuses, quienes se entretenían platicando o jugando, consideraron que el movimiento continuaría, ya que las autoridades gubernamentales aún no reciben a los directivos de las empresas.

Aseguraron que los presidentes están dispuestos a continuar con el paro una semana más ante las condiciones en que se encuentran las empresas, por lo que ellos continuarían en espera de que se tenga la reunión y se resuelva la situación. Por lo pronto reciben su dinero, pese a que no están trabajando y así persistirán.

En una de las unidades se pudo observar que se colocó una hamaca para que duerman durante la noche, mientras otros permanecen en vela cuidando las unidades.

(Wilbert Casanova Villamonte)