Desde hace más de una semana, el Hospital General “Dra. María del Socorro Quiroga Aguilar” no tiene energía eléctrica, pero debido a problemas en su vieja instalación, no por falta de pago a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), revelaron integrantes del patronato.
A principios de 2019, Alejandro Moreno Cárdenas, antes de dejar el cargo de gobernador, encabezó la entrega de equipamiento y mantenimiento al nosocomio por más de 44 millones de pesos; pero todo fue mentira, aseguró Eva Baeza Fuentes, miembro del patronato de la institución.
Sostuvo que las instalaciones eléctricas son las mismas desde hace más de una década; por ese motivo equipos como el tomógrafo sólo funcionaron de forma temporal y actualmente está descompuesto por un fallo en la diferencia de voltaje.
Acorde a fuentes del interior de la CFE, el hospital está al corriente de sus pagos; sin embargo, fue el sistema eléctrico de la institución el que colapsó hace casi una semana.
Testigos de la Cruz Roja, que se reservaron los nombres, revelaron que debido a que el hospital no cuenta con la capacidad para realizar intervenciones quirúrgicas, esta semana los han llamado para efectuar traslados de pacientes a las ciudades de Campeche y Mérida.
Uno de los paramédicos explicó que tampoco funciona el elevador y muy seguido son llamados también para auxiliar en el traslado de enfermos de un piso a otro junto con personal del nosocomio.
El túnel sanitizante que donó conocida empresa petrolera también está descompuesto y en las salas de urgencias, consulta externa y oficinas administrativas no cuentan con energía eléctrica ni aire acondicionado.
Carencias
Tomas Benítez García, pescador de Isla Aguada, denunció la ausencia de especialistas, médicos y demás personal el lunes, mientras su hija estaba en trabajo de parto.
“Trajimos a mi hija el jueves; estaba a punto de dar a luz, pero no la atendieron; regresamos el lunes y como no había energía eléctrica no pudieron operarla”.
El lunes, entrada la noche la mujer fue trasladada a la capital del estado, ya que según le dijeron a Benítez García en el hospital estatal, no hubo cupo en ninguna otra institución de salud de la Isla.
El hombre narró a continuación que tuvo que esperar, en todas las visitas que hizo al nosocomio, en salas de espera sin aire acondicionado donde pacientes le hicieron compañía sin el mínimo de atención requerida.
Por Agustín Ferrer