Autoridades refirieron que la muerte del reo acaecida el pasado domingo no derivó de un suicidio y mucho menos de un asesinato; expresaron que el ahora occiso terminó atorado entre un ducto con láminas cuando huía de un grupo de reos quienes pretendían golpearlo.
Tras el hallazgo del cuerpo del recluso identificado como I. del J.E. de 41 años, autoridades cercanas al hecho señalaron que no hay indicios de suicidio; sin embargo, también se descartó la posibilidad de un homicidio.
Trascendió que el deceso se vio como muerte accidental, donde se revelaría que el sujeto huía de una de las bandas que dominan en el Centro de Reinserción Social (Cereso).
En su afán de huir de los pandilleros, el sujeto se subió al techo de la galera del taller de carpintería y quedó atascado entre un ducto con techo de lámina; el hombre intentó pedir auxilio, pero al no haber autoridades ni compañeros cerca falleció por asfixia.
En la autopsia presuntamente no se encontraron indicios de agresiones recientes ni mucho menos de algún intento de suicidio; el hecho se encuentra en proceso de análisis por autoridades penitenciarias para averiguar quién o quiénes eran los pandilleros que provocaron el temor del ahora occiso.
Por Dismar Herrera