Miembros del Colectivo de Comunidades Mayas de los Chenes expresaron que el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) debe reforzar el monitoreo de la siembra en la región para evitar que continúen los impactos derivados de la siembra de soya como la deforestación, las fumigaciones áreas con plaguicidas altamente peligrosos, la muerte de abejas, la contaminación del agua, entre otras.
Ermilo Maas Ek y Leydi Pech Martin, dijeron que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirmó la revocación del permiso para la liberación de soya transgénica otorgado a la empresa trasnacional Monsanto, y externaron que el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) consideró que la liberación de soya, genéticamente modificada fuera de las áreas autorizadas podrían generan un grave daño, por ello, se adoptó el principio precautorio para preservar el medio ambiente.
Indicaron que todo esto pasó el pasado 18 de agosto en la Sala Especializada en materia ambiental y de regulación del TFJA emitió una nueva resolución en la que confirmó la revocación del permiso otorgado a Monsanto comercial para su liberación de soya genéticamente modificada en etapa comercial en sus siete estados de la República, se consideró que al ser liberada fuera de los polígonos autorizados se podría generar un daño grave, irresponsable que no fue analizado al momento de otorgar los permisos.
Continuar vigilancia
Por lo tanto, Senasica debe continuar la vigilancia ahora que se está cosechando, para evitar que la empresa transnacional no siga contaminando el medio ambiente de la zona chenera.
En un principio, Senasica inició el procedimiento de revocación del permiso otorgado a Monsanto como consecuencia de las inspecciones realizadas, pero en años anteriores y en su caso muchos de los productores activos no estaban de acuerdo y debatieron.
Aún con el llamado de la SCJN no respetaron los acuerdos emitidos por los derechos humanos y continuaron cultivando hasta la fecha, y ahora el producto lo están llevando al vecino estado de Yucatán en complicidad con las autoridades.
Por Amado Caamal