Complicaciones por no arreglar malentendidos frente a frente, inseguridades al no tener a la persona amada a unos minutos de tu hogar y las dudas generadas por los comentarios de amigos y familiares, son los retos que atraviesan las parejas con una relación a la distancia.
El aeropuerto “Ing. Alberto Acuña Ongay” es sinónimo de despedidas entre lágrimas de varias parejas, algunas campechanas y otras de distintas partes del país, bajo el riesgo de no saber si será el último abrazo y beso antes de abordar el vuelo matutino.
Un ejemplo de lo mencionado es el de Julián Cortes y Monserrat Palafox, quienes luego de seis meses sin verse deben retomar sus responsabilidades y separarse otro tiempo hasta que el destino los junte.
Julián, de la Ciudad de México, explicó que radica en Campeche por motivos laborales y reveló sentirse muy melancólico luego de ver partir a su pareja al centro del país, tras meses de estar separados por los azares de la vida.
Despedidas
Por parte de Carlos Caraglio, la situación es más complicada al saber que su pareja debe regresar hasta el otro lado país y él retornar a la capital de Yucatán, la ciudad de Mérida; explicó que Campeche fue la opción durante este año por su afortunada realidad en el control de contagios de COVID-19.
Aceptó que lo más difícil siempre es despedirse, por los temores alrededor de un adiós definitivo o la dificultad de no tener cerca a la persona amada en los momentos más tensos del día a día.
Otro sector que la tiene difícil son las familias con integrantes lejos de casa, esto por motivos laborales o escolares, así como cuando alguien se va para iniciar una vida con su pareja y deja atrás el hogar y los seres queridos.
Cabe agregar destacar que en la terminal aérea, las bienvenidas o despedidas entre familiares es un tema recurrente, con lágrimas, abrazados, cargados de buenos deseos y demás expresiones amorosas entre seres queridos.
Por David Vázquez