La brecha salarial entre hombres y mujeres es uno de los obstáculos más grandes que promueve la migración de las mujeres, ya que al no contar con una plaza, estabilidad y prestaciones, deciden partir de su lugar de origen en busca de mejorar su calidad de vida, expresó Teresa Campos Ancona, presidenta del Observatorio Ciudadano Nacional de Violencia.
Precisó que los trabajos mal pagados para las profesionales o aquellas que no cuentan con estudios generan que busquen opciones fuera de su entidad, y al verse obligadas a abandonar su hogar, se enfrentan a una de serie de peligros durante el tránsito y en el destino.
Campos Ancona señaló que la desigualdad en el campo profesional se refleja en que hay más mujeres que hombres que egresan de las facultades, pero la cifra se revierte al momento de ocupar los espacios, pues en su mayoría los ocupan los varones.
“Es decir, de cada 10 egresados de la universidad, 6 son mujeres y 4 hombres; sin embargo, al buscar un empleo, la contratación es de 7 hombres y 3 mujeres, aunado a que en la mayoría de las veces las condiciones y los cargos más altos son ocupados por el género masculino”, explicó.
En contraste, añadió que las migrantes que cuentan con educación básica se exponen doblemente a dificultades, ya que, en los empleos menos remunerados, 1 de cada 10 corresponde al género femenino.
Esta situación orilla a perpetuar el círculo de pobreza de un lugar a otro, donde la violencia en todas sus manifestaciones está latente, asociada a los asaltos, trata, explotación sexual y feminicidios que sufren miles de mujeres en su paso por mejorar su calidad de vida.
Retos profesionales
En Campeche, Perla Ortiz Colín es una profesionista que relata su paso por la capital, a donde tuvo que mudarse para impulsar su aportación científica como bióloga, ya que, en su ciudad natal, Xalapa, Veracruz, cita que hay una alta competencia en el sector profesional.
“El cambio fue difícil porque yo vengo de otro ambiente contrastante con la costa, como el clima caluroso y el ritmo de cada día; pese a que esta ciudad es tranquila y fácil de transitar”, comunicó
Para Ortiz Colín trasladarse a Campeche significó una oportunidad para desarrollar su profesión en la ciencia como técnica académica de El Colegio de la Frontera Sur, y conjugarla con otras pasiones como el arte y el activismo, espacios donde asegura ha logrado adaptarse porque los campechanos son amables.
Detalló que a las personas les causa asombro saber que se desplaza sola por cuestiones laborales. “Culturalmente aún se percibe que una mujer que viaja sola es débil y que necesita el respaldo masculino para salir adelante, contrario a cuando un hombre viaja por trabajo y se le ve como alguien tenaz, decidido y fuerte, no se le cuestiona si le da miedo estar lejos de su familia”.
En su mensaje, compartió que las mujeres persiguen sus metas y se impulsan unas a otras a pesar de las barreras sociales, además de que cada vez más se ven motivadas por necesidad económica.
“Hay un sector que rompe con la creencia de que no sólo los hombres pueden lograrlo, para nosotras migrar es una decisión propia en busca de crecimiento personal”, refirió.