“Cada vez que el hombre da un paso genera una afectación a su entorno, modifica su medioambiente. De eso no se tiene la menor duda. El Tren Maya es un proyecto que por su magnitud conllevará un gran cambio en el ecosistema y la estructura social y económica de nuestro estado, pero su efecto negativo no puede ser mayor al que por comisión u omisión han propiciado los gobiernos que antecedieron al de Andrés Manuel López Obrador, sentenció el activista y presidente del Comisariado Ejidal de Zoh Laguna, Eleazar Dzib Ek, entrevistado tras el Segundo Taller de Visión de Desarrollo Regional en Xpujil.
El Tren Maya de López Obrador, es un plan muy ambicioso y claramente no tiene nada que ver con el modo original de vida de las comunidades mayas, sobre todo para los que habitan en municipios como Calakmul, en donde sus habitantes originales o avecindados han vivido de lo que les da la tierra, pero la circunstancia histórica les está exigiendo su inclusión, expuso.
“No podemos estar ajenos a la realidad socioeconómica que se vive a nivel nacional e internacional. Tenemos que participar de todo acto que en materia social, económica y política nos involucre.
“Las cicatrices que las heridas de la modernidad le han hecho a nuestra tierra no han sanado. El saqueo de nuestra selva y explotación de nuestros pueblos es un asunto que ha persistido durante siglos. Es tan generosa esta tierra que a pesar de más de varios siglos de ocupación extranjera y de casi tres centurias de esclavismo, procurado por el sistema de haciendas, los recursos naturales no se han agotado.
“Campeche y el Sureste en general tienen mucho que dar a México, pero esa aportación ya no puede ser gratuita. Los habitantes de esta región del país somos los poseedores, los dueños, de las últimas reservas de recursos naturales del país, incluido el agua, recurso que, paradójicamente, la naturaleza y la falta de voluntad política de los últimos gobiernos, le han negado a Calakmul.
“La oposición al Tren Maya es un síntoma, pero no el motivo principal de que hoy exista una oposición y descalificación hacia una iniciativa del Gobierno Federal, que comprobadamente es viable y que además ofrece inclusión, integración y prosperidad a una región del país y el orbe que durante siglos ha sido marginada”, dijo Dzib Ek.
El entrevistado agregó: “Hoy tenemos conocimiento de que un pequeño grupo de personas, que tras la validación popular a un plan gubernamental, que entre otras cosas promete bienestar al ciudadano, en forma facciosa está asumiendo una postura contraria.
“Estas personas deben tener claro que ya decidimos y que la voluntad popular tendrá que respetarse.
“Son personas que ya conocemos, son sujetos de doble moral; individuos cínicos e hipócritas, que durante décadas han usado la bandera del indigenismo para beneficiarse económicamente.
“Durante la era neoliberal y conservadora, estos grupos se mantuvieron muy callados y ahora que se le ha dado al pueblo la oportunidad de decidir y participar respecto a los actos públicos, se oponen porque suponen que somos discapacitados políticos, incapaces de percibir o evaluar cuando alguna acción gubernamental algo es buena o perjudicial para nuestra colectividad.
“En sus argumentos, además de supuestas violaciones a los derechos humanos, también acusan perjuicios al ecosistema, por lo que también es el momento para subrayar que los habitantes de esta región durante milenios hemos procurado una convivencia armoniosa con la naturaleza y que nuestra postura es de no permitir más agravios al ecosistema”, afirmó Dzib Ek.
Apoyándose en información divulgada por el Gobierno Federal y la que se desprende de las declaraciones del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el activista subrayó: ¿En dónde se encontraban todos estos activistas que ahora protestan cuando tuvo lugar la obra de la Comisión Federal de Electricidad que sí fue de gran impacto ecológico? ¿Dónde estaban los ecologistas y por qué no actuaron cuando PEMEX y sus empresas hicieron estragos en Laguna de Términos? ¿Dónde estaban escondidos todos esos asesores internacionales y no gubernamentales cuando las comunidades los requerían para planear su crecimiento?.
“Quienes se oponen al Tren Maya, en su mayoría foráneos, insultan la inteligencia de los pobladores de la región, sobre todo de los representantes de los pueblos originales, afirmando en su hipótesis o tesis jurídica que nuestros derechos humanos han sido violentados, que el Gobierno Federal nos vio la cara.
“La realidad es otra, emitidos nuestro voto a favor de la iniciativa del Presidente Andrés Manuel López Obrador, pero este apoyo también es un emplazamiento para el Gobierno Federal para que el plan se lleve a cabo, en los términos manifestados.
“Está más que implícito que si el Gobierno Federal no cumple, también deberá asumir las consecuencias. Andrés Manuel prometió trabajo durante cuatro años para más de 300 mil personas, durante la etapa de planeación y construcción del proyecto; decenas de miles de empleos directos e indirectos, durante la operación del Tren Maya y la inclusión en el proyecto, como proveedores de bienes y servicios, de los emprendedores locales.
“La apuesta del Gobierno Federal no es cosa menor y está obligado a cumplir. No podemos prestarnos a la simulación, creemos en la palabra comprometida del Presidente de la República, pues él conoce el costo político que conllevaría un incumplimiento”, agregó Dzib Ek.
Proyecto viable y rentable
Por otra parte, el regidor del Ayuntamiento, microempresario e integrante de la comunidad indígena tzaeltal, Miguel Gutiérrez Sánchez aseguró que aunque varios análisis divulgados a nivel nacional demeritan la viabilidad el proyecto emblema del Gobierno de la 4T, afirmó que existen diagnósticos que lo validan.
El exalcalde de Calakmul citó como ejemplo los estudios hechos por la empresa inglesa Steer Davies y la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC), que concluyen que el proyecto del Tren Maya será un negocio rentable y financieramente viable. Las etapas incluidas en dicho análisis son las de construcción y puesta en marcha.
Al igual que el primer entrevistado, el empresario subrayó la promesa de generar más de 300 mil empleos directos e indirectos durante la etapa de construcción del que pretende ser el proyecto de infraestructura de comunicación de mayor envergadura a nivel Latinoamérica.
Respecto a la postura de los habitantes de Calakmul sobre el Tren Maya, el regidor Gutiérrez afirmó que es eso es un tema consumado, pero que además la mayoría de los pueblos implicados en el tema ya dio su aprobación.
Tema necesariamente político
Retomando la plática con el joven activista Dzib Ek, éste manifestó que el Tren Maya es un tema necesariamente vinculable con la política y los tiempos que nos tocan vivir, y que “de su realización o abandono depende mucho los resultados que se tendrán en la elección del 2021”.
“La interrelación entre el gobierno y gobernados se dará siempre en términos políticos y es casi imposible salvar el asunto electoral. Sin embargo, en el caso del Tren Maya, no solamente Calakmul ya decidió y juzgó, sino la mayoría de las comunidades indígenas representativas del Sur de México.
“La herramienta de la consulta popular estuvo siempre alejada de la mano de los mexicanos. Si bien el ejercicio que en relación al Tren Maya no fue necesariamente ejemplar, no necesariamente significa el rechazo popular hacia el proyecto.
“Se dice que menos del 80 por ciento de las comunidades interesadas o afectadas participaron y que la oposición fue mínima, dado a los tiempos y el formato que fue usado, cuando en realidad fue un enorme logro el que la consulta despertada el interés de una ciudadanía a la que durante décadas se le impidió opinar sobre temas o iniciativas públicas.
“Confiamos en el buen juicio del Poder Judicial de la Federación de que no necesario reponer o resarcir el supuesto daño reclamado y que será validada la consulta popular”, declaró el entrevistado que aseguró que durante las asambleas deliberativas no faltaron reclamos hacia el Gobierno Federal por deficiencias que tuvieron lugar durante las asambleas deliberativas.
“Aquí hay una responsabilidad compartida entre el Gobierno y el Pueblo. El autoritario sistema neoliberal siempre había actuado sin consultar al ciudadano, pero hoy cuando un gobernante se atreve a pedir la opinión a la comunidad, al primero se le trata de autoritario y al segundo, al que decidió, incluso con la posibilidad de equivocarse, se le juzga de tonto e incapaz de decidir sobre su destino”, sentenció Dzib Ek.
Cabe hacer mención que El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat), por encargo del Fondo
Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), ejecuta el proyecto “Desarrollo Integral Territorial y Urbano de la Región Sureste de México - Corredor Regional Tren Maya”, con el cual se busca contribuir en la definición de una estrategia para el desarrollo integral de la región y el mejoramiento de las condiciones de vida de la población, en armonía con el medio ambiente y la diversidad cultural.
Uno de los primeros pasos de esta encomienda es construir la Visión de Desarrollo de la Región del Sureste Mexicano, mediante un proceso de participación social amplio e informado que recupere la diversidad social
y cultural de su territorio.
Para lograr este objetivo y en seguimiento al taller de mapeo de actores realizado en noviembre del 2019 en la comunidad de Zohlaguna, municipio de Calakmul, Campeche, este 31 de enero se llevó a cabo el Segundo Taller de Visión de Desarrollo Regional en Xpujil, en el Hotel Debliz de Xpujil.
(Joaquín Vargas )