Campeche

¡Inició el Carnaval de Campeche!

Pese a los señalamientos en contra del Ayuntamiento de Campeche, los campechanos demostraron que están cansados del mal humor y lo “quemaron”, para iniciar con la diversión y tradición que subyace en las carnestolendas, para hacerlas más suyas que de cualquier autoridad prepotente, como el alcalde Eliseo.

El derrotero del funeral del mal humor comenzó desde el Obelisco de los Marinos, donde el pirata del mal humor ya esperaba encarcelado con una fila de juzgadores que decidirían su situación ante la desfachatez que ocasionó en los ciudadanos, al mantenerlos desanimados durante el devenir de los días.

Atrás de ese paseo fúnebre, los reyes, reinas y embajadoras caminaron por todo el malecón de la ciudad demostrando su interés por representar con ánimos estas festividades, así como los campechanos y campechanas que andaban en el desfile, como observadores, que se veían alegres por reapropiarse de este evento.

La alegría y el entusiasmo por llevar a su muerte al mal humor se veían en los rostros de los paseantes que saben que en los próximos días disfrutarán de la comunidad, el encuentro, la cercanía y la efusividad de las diferentes actividades, así como la gracia que se llevarán por los trajes y acciones de los reyes y reinas.

Los elementos de Protección Civil municipal y estatal estuvieron pendientes todo el trayecto por lo que pudiera acontecer, para que los campechanos se divirtieran durante el camino al foro Ah Kim Pech, donde fue quemado el mal humor, ante la euforia de los ciudadanos y el comediante invitado.

Al llegar al foro, ahí se le dio fin al mal humor y la alegría comenzó a ocupar su espacio en el rostro de los campechanos, los cuales reunidos aplaudieron y se mostraron efusivos ante tal acto, pues de ahora en adelante todo sería emoción.

En el lugar, continuó el show cómico de “Taco de Ojo” y de la presentación de “El Fresa” y “la Sentencia”, con lo cual los ciudadanos iniciaron las festividades con broche de oro, pues estuvieron a carcajadas recibiendo la alegría de los próximos días.

(Guadalupe Mena Zapata)