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'Nadie puede llevarse Comunión a su silla”

Durante la Santa Misa del primer domingo de Cuaresma, el sacerdote Francisco Velázquez Trejo nuevamente informó a la feligresía las medidas que serán implementadas para prevenir casos de coronavirus en la Entidad.

En sintonía con lo acordado por los Obispos de México y el protocolo anunciado por la Secretaría de Salud, el presbítero aseveró que el rito de la paz sería a través de palabras de convicción que salgan del corazón y que la Comunión, por el momento, se les entregará en las manos, a excepción de algunas personas, pero será hasta que dé la orden de que ya no se podrá entregar en la boca.

Durante la Santa Misa, el párroco explicó: “Las personas pondrán la mano izquierda y con la mano derecha lo tomarán (la ostia) y se lo llevarán a la boca. Recuerden que Dios sabe sacar cosas buenas de las cosas malas, porque hoy Dios se pone en tus manos.

“Pongámonos en la mano de Dios y recibe la Comunión, y antes de llevarlo a la boca, pidamos perdón por nuestras faltas, pero también pon en las manos de Dios tus necesitados.

“Cuántas personas necesitan de nuestras oraciones y de nuestra ayuda para que podamos comulgar y, en el rito de la paz, solamente nos vamos a decir: la paz esté con ustedes, un saludo, un gesto o una sonrisa, pero que no sean sólo palabras humanas, que sea una intención del alma hacia la persona porque se lo estamos diciendo en espíritu”.

Velázquez Trejo recordó que la Secretaría de Salud “nos está pidiendo a todos los mexicanos que apoyemos en la prevención y así como cuando estuvimos en el tiempo de la influenza nos pidieron a todos que pongamos de nuestra parte.

También señaló el presbítero que, como en tiempos de la influenza, “nadie se puede llevar la Comunión a su silla y todos los que demos la Comunión vamos a estar atentos de que nadie se la lleve, porque será profanación; vamos a estar echando ojos, porque si vemos que alguien la agarró y se la lleve, le vamos a decir: comulgué o se la quitamos.

“A la hora de darse la paz, vamos a decir: la paz”, señaló.

Posterior a este aviso, el padre continuó con la celebración: “Queridos hermanos, creo que hoy todos hemos prestado atención a las lecturas y podemos pensar y decir que todos hemos sido tentados en alguna ocasión, algunas veces somos tentados y caemos aun sabiendo que lo que estoy haciendo no es correcto y nos dejamos por llevar; somos débiles cuando no hacemos oración, cuando no llevamos al pie de la letra lo que nos dice la Iglesia; en los tiempos litúrgicos como el de ahora que estamos en oración, penitencia y ayuno, principalmente en estos tiempos cuando celebramos el primer domingo de Cuaresma.

“Este es un momento de reflexión interior, donde muchas veces nos ponemos tristes, por lo que le sucedió a nuestro Señor, pero también debe de ser la alegría porque Jesús resucitó. Por eso nos dice la Biblia la semana pasada: “cuando hagas oración no pongas cara triste, alégrate, esfuérzate un poquito más para darle al Señor lo que le estás ofreciendo de buena voluntad.

“Pero también de alegría porque tenemos un Salvador Jesucristo nuestro Señor, Jesús se nos ha presentado y nos ha mostrado muchas veces, pero como dicen: tienen ojos y no quieren ver, pero también nos dice que pongamos atención en la lectura como nos decía el padre al principio: tienen oídos y no quieren oír, porque el mal siempre nos está tentando.

Luego de explicar el padre sobre el camino que tenemos que elegir durante la Cuaresma, rumbo a la Pascua, y sobre los 40 días de tentaciones que debemos pasar en oración, penitencia y ayuno, pidó a presentes en la misa, poner caras alegres y no tristes, porque debemos saber que tenemos la victoria con nuestro Señor Jesucristo, amén.

(Karina Gómez)

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