Eudaldo Chávez Molina
El surgimiento del periódico POR ESTO! hace 29 años, el 21 de marzo de 1991, y fundado por un adalid de las luchas libertarias como lo es Don Mario R. Menéndez Rodríguez, cambió el futuro de la región peninsular.
Para mantener impoluto el prestigio de un auténtico periodismo, el Director General del Diario de la Dignidad, la Identidad y la Soberanía fue y es capaz de exponer a diario su propia vida. Un merecido reconocimiento y tributo a su osadía y mi gratitud por el invaluable espacio que me brinda para expresarme sin censura.
Si el periodismo es lucha cotidiana, en este quehacer se encierran largos años orientando, informando y abriendo conciencia social entre los estratos populares, ahí donde la libertad converge en el vértice de la dignidad, resplandeciendo como faro de una luz inextinguible. Son 29 años de dar voz al Pueblo y a todo aquel ciudadano que tenga algo que decir en defensa propia.
Hoy tengo que decir: ¡Gracias!, por ese privilegio de sentirme libre al manifestar mis ideas, mis ideales y mis sueños. ¡Gracias!, por esa luz que irradia para contagiarnos el optimismo de un nuevo amanecer. Por todo lo que significa ejercer un auténtico periodismo para preservar nuestros legítimos ideales, sosteniendo un periodismo de vanguardia al servicio de los que menos oportunidad tienen de expresarse.
Por eso, el periódico fundado por Don Mario es un faro de luz que alumbra la verdad de cada día, es un espacio abierto para quien quiera ejercer su libertad de expresión, por más cruda que sea la realidad del entorno en que vivimos. Es, en sus páginas, donde la opresión se libera porque cada voz que se escribe y se revela es la defensa de un derecho vigente y exigible.
POR ESTO! no solamente informa con objetividad; en sus páginas converge la pluralidad, es aquí donde la discriminación no existe, cada voz, cada pensamiento, cada denuncia encuentra eco y sustento. Es aquí donde la voz de un ciudadano recobra su verdadero sentido y la injusticia es perseguida con la denuncia pública.
Don Mario es un paradigma sui géneris en la historia latinoamericana que enriquece su fructífera existencia con un legado intelectual, político, de lucha y entrega a las causas populares, digna e insuperable; es el personaje que no acepta las injusticias sociales. Coincidimos en esos ideales por la lucha de los pueblos originarios.
En estas páginas descubrimos a diario nuevas inspiraciones y mágicos pensamientos para seguir escribiendo. En esta tarea no hay tiempo para la tregua y el titubeo. El que escribe y siente el ardor de las injusticias siempre tiene algo que escribir y decir, es como una necesidad que alegra la razón de nuestra existencia. Aquí la palabra es libre, no tiene restricción para su vuelo.
A veces se desbordan las pasiones cuando se escribe, pero es mejor dejar salir la indignación humana, hay que decir lo que hace daño a otros semejantes; eso es para no ser cómplices de los atropellos y las arbitrariedades. Por eso hay que practicar a la vez la autocrítica dentro del mismo partido donde se milita. Son otros tiempos, el viejo régimen que castra, oprime y disciplina con carácter dictatorial ha caído.
En POR ESTO!, fuimos testigos de la reseña de un triunfo presidencial con Andrés Manuel López Obrador, sin precedentes. Un hecho histórico que hasta hoy no digieren los reaccionarios de la derecha conservadora. El día histórico en que el Pueblo se liberó de sus explotadores y opresores.
Herida de muerte, la derecha reaccionaria se disfraza de feministas y son más peligrosos que el Covid-19. Se derrotó a un sistema arcaico, corrupto e impune; juntos habremos de vencer a la pandemia que ataca al mundo, con serenidad y fe.
Por eso en estos tiempos de angustia y preocupación mundial, en esta parte de la Patria, recobra mayor importancia la labor efectiva y social de POR ESTO!, porque sirve de enlace comunicativo entre el Pueblo, para informar con profesionalismo del diario acontecer de este peligro de enfermedad que nos recuerda tanto qué tan divididos estamos y que es hora de unirnos, dejar atrás el odio y la destrucción del prójimo.
Hay que destacar esta loable labor del periodismo, los ideales de Don Mario, que han sido y seguirán siendo el sustento de su magna obra para el bien de la libertad de expresión de los que tenemos el privilegio de haber nacido en este girón de la Patria mexicana, donde proliferan y se hunden las raíces fecundas de un brillante pensamiento, una luz que nace en la entraña sagrada de nuestra amada América.
Aquí la hermandad de la familia martiana está siempre vigente, llena de luz inextinguible; es aquí donde abrimos cada día los ojos en busca de la esperanza de un mundo mejor, el país de la justicia, de la fraternidad familiar y la solidaridad de los amigos, que al compartir lo poco o lo mucho que tienen se ganan el don de una sonrisa, la gratitud divina en la gracia de Dios.
Son 29 años consolidando las libertades garantizadas en nuestra Carta Magna; aquí recordamos siempre la identidad cultural de nuestros pueblos de sangre maya, la raza milenaria que sigue maravillando al mundo con sus impredecibles avances, misterios aún ocultos de la grandeza de una tierra del Mayab, donde los dioses nos eligieron y eligieron pocos.
Hay que dejar constancia del pensamiento radical latinoamericano que hace honor a la cultura de la liberación, a la defensa de los derechos humanos y a la reivindicación de nuestra estirpe indígena. Y pese a las injusticias aquí estamos, dando gracias a Dios, porque no hemos perdido nuestra capacidad de indignación.
Don Mario, en el ejercicio de su quehacer periodístico, ha sabido cumplir con patriotismo, ética y profesionalismo. No es un simple periodista, es un incansable luchador social, valiente general y custodio fiel de los valores de la libertad de expresión, de los derechos humanos y de la reivindicación de nuestra raza.
Gracias por hacernos partícipes en estos 29 años de un periodismo ético, objetivo y analítico, en cuyas páginas queda resguardada para siempre la historia de los Pueblos de la región peninsular. Su labor será el bagaje cultural e histórico más preciado para las nuevas generaciones, que habrá de apreciar a su tiempo este legado histórico.
En 29 años de lucha sin tregua, en POR ESTO! se ha escrito el devenir de nuestra evolución histórica. En sus páginas se guardan los acontecimientos más trascendentes del quehacer humano. Es la luz imperecedera que nos marca el camino de nuestro futuro como Pueblo en constante superación.
Gracias, Don Mario, por permitirme ser parte y testigo de la magna obra que lo enaltece y lo hace inmortal. Es aquí donde la palabra recobra todo su sentido como un ave que emprende el vuelo en cada amanecer, hasta alcanzar el infinito, como infinita es la imaginación y creatividad del ser humano en esta tierra que nos vio nacer. Gracias, estimado Joaquín Vargas Aké, por compartir tu espacio, siendo nuestro coordinador en Campeche. ¡Felicidades a todo el equipo de POR ESTO!