La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) informó que la Tierra es el único planeta que se conoce con la capacidad de mantener la vida, por lo que los seres que la habitan obtienen sus bienes directa o indirectamente de los recursos naturales que ofrece, por ello, es que está limitado a transformar y consumir los bienes dentro de la capacidad de regeneración de la propia naturaleza.
En un texto completamente informativo para los ciudadanos que se encuentran en casa por la contingencia sanitaria, la institución federal aseveró que uno de los conceptos que es fundamental entender es que el agua no sólo es parte de la vida, en buena medida el agua es la vida, puesto que los seres vivos están constituidos aproximadamente en un 70% de agua.
“Por ello, el ciclo del agua es uno de los procesos biofísicos más importantes en el planeta. En este circuito el agua va sufriendo transformaciones y desplazamientos que hacen que la vida sea posible”, precisó
Detalló que el ciclo se compone de varias etapas, se considera que todo inicia en los océanos, y en las grandes superficies que almacenan agua (ríos, lagos), dado que en ellas la energía del sol calienta el agua hasta evaporarla y al condensarse, forman nubes, que en su mayoría se precipitan sobre la misma superficie del mar.
Expresó que hay otras nubes que no se precipitan en el océano, sino que se desplazan por la acción de los vientos y se ubican dentro de los continentes, por lo que a medida que se enfrían y se condensan, se hacen más pesadas y terminan cayendo en forma de lluvia, granizo o nieve.
“Parte del agua que cae a la superficie regresa a la atmósfera por evaporación y por evapotranspiración de la vegetación, otra parte se infiltra y la última parte escurre por ríos y arroyos hasta llegar a su destino final: el mar”, asentó.
La dependencia federal mencionó que el tiempo geológico es diferente al tiempo humano, así que se suele pensar que una montaña no puede ser devastada por el arrastre de las aguas, sin embargo al paso del tiempo las montañas sí pueden ser muy afectadas por la erosión.
Comentó que por esta razón los bosques juegan un papel crucial en el ciclo del agua, ya que su vegetación y suelo, entre otros factores, generan las condiciones para evitar que el agua tome velocidad cuesta abajo, lo que provocaría erosión y otros desastres como desprendimientos de tierra y por ello, la vegetación permite que el agua que cae sea retenida ahí y esta busque formas de infiltrarse.
“Debajo de los bosques, existen horizontes o capas de roca que se encuentran fracturadas, en donde por acción de la gravedad, el agua se filtra y enriquece enormes almacenes subterráneos, conocidos como acuíferos. De los acuíferos, a través de pozos, se obtiene agua para la agricultura, la industria y las poblaciones. Millones de personas dependen del agua dulce de buena calidad que fluye desde los bosques y que se obtiene de tales acuíferos, que en ocasiones se ubican a cientos de kilómetros del sitio de infiltración”, externó.
La CONAFOR expuso que cada vez existe una mayor conciencia acerca de la importancia que tienen los bosques para el abastecimiento de agua, pues son ellos quienes detienen los procesos de erosión, de tal forma que los mantos subterráneos puedan sostener sus niveles de agua, al permitir la infiltración.
Indicó que los bosques también desempeñan funciones de amortiguación y mitigación de fenómenos meteorológicos extremos, así como reducción de los efectos del cambio climático en los recursos hídricos.
“Por la relevancia que tienen los ecosistemas forestales en el ciclo del agua, es necesario realizar un manejo sustentable de éstos, para lograr que todas las personas tengan acceso a este recurso vital”, finalizó.