Un terreno baldío ubicado en la calle Francisco Field del área Ah Kim Pech con extensión de 400 metros cuadrados se incendió. Por fortuna el fuego no fue intenso, pero amenazó con alcanzar las oficinas del ISSSTE y un minisúper de insumos de cocina.
El fuego inició al filo del mediodía, al principio era bajo; sin embargo, por la cercanía con el malecón, la brisa del mar provocó que éste se elevara al grado de avanzar rápidamente hacia los costados del terreno. Bastó un par de minutos para que las llamas se fortalecieran con la maleza y basura que se ha acumulado con el tiempo y que a su vez se vuelven el combustible perfecto para propiciar incendios.
Diez minutos después el fuego ya estaba a unos metros de las oficinas del ISSSTE y de un supermercado de insumos de cocina, por lo que vecinos y trabajadores de ambos lugares hicieron el respectivo llamado a los números de emergencia para solicitar el auxilio del Cuerpo de Bomberos.
Minutos más tarde, a bordo de una pipa, llegaron los apagafuegos para luego descender de la unidad e intervenir el incendio que minutos después fue controlado.
Uno de los elementos confirmó que el siniestro fue ocasionado por el efecto lupa, debido a que los intensos rayos del sol, fusionados con la gran cantidad de botellas de vidrio que han tirado en el lugar, propiciaron de manera rápida el incendio, puesto que la yerba seca es el mejor combustible de propagación.
Precisamente en el sitio era notoria la gran acumulación de basura; era visible en el área botellas de plástico, vasos y platos de unicel, así como recipientes de vidrio, estos últimos, los principales detonadores del efecto lupa.
En plática corta con un empleado del supermercado, pudimos constatar que las dependencias y negocios circunvecinos son los principales responsables de que en el lugar hayan tantos desperdicios. “Mucha gente viene a tirar su basura aquí, a pesar de que nosotros vendemos ingredientes de comida, pero lo que más enoja es que los trabajadores de este casino y los de la dependencia salgan con sus bolsas negras, esas que están allá, y las tiran sin que nadie les diga nada”, comentó.
(Jorge Chan)