“Está más caro que la droga, pero qué le vamos a hacer, si es nuestra debilidad”, dice Venancio, joven que forma parte de una cuadrilla de albañiles y para “refrescarse” recurrió al clandestinaje para adquirir un cartón de “misiles” de cerveza.
Consumidores informaron que llegan a pagar 750 pesos por la cerveza cuando regularmente pagarían 320 pesos; las canastillas de seis latas se consiguen en 140 y 150 pesos, cuando el precio regular de dicho producto es de entre 55 y 95, pesos.
El nicho clandestino tomó fuerza con el decreto de Ley Seca del gobierno de Campeche como medida de prevención para evitar las aglomeraciones que puedan propagar el coronavirus COVID-19.
Uno de los instrumentos que están utilizando los vendedores clandestinos son las redes sociales, así como los servicios de mensajería instantánea.
Aunque lo más solicitado es la cerveza, los vendedores ofrecen botellas de ron, whisky de marcas económicas en 250 pesos.
A la fecha han sido detenidas siete personas durante los operativos contra la venta clandestina de alcohol.
El pasado 5 de abril el gobierno decretó la Ley Seca, que establece que "no se podrá vender ni consumir bebidas alcohólicas en todas sus graduaciones en todos los establecimientos mercantiles, como parte de las acciones para preservar la salud de la población y evitar la propagación de la enfermedad grave que produce el SARS-CoV2 (COVID-19)".
Desde entonces se desplegó un operativo para ubicar centros clandestinos de distribución de alcohol en los que ha participado incluso la Guardia Nacional.
Con información de Joaquín Vargas Aké
Por Redacción Digital Por Esto!
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