HOPELCHEN, Cam., 5 de abril.- En los últimos meses, la producción de miel ha bajado considerablemente y una de las causas principales es la falta de lluvia, ya que no se estimula la floración y en ese sentido las abejas no tienen donde trabajar y por ello el número de colmenas en los apiarios también se está reduciendo.
Lo anterior coincidieron en señala Román Rafael Uc y Fernando Sandoval asegurando que otro problema que afecta la actividad apícola lo es la comercialización del poco producto que se cosecha cuyos precios van de los 18 a 26 pesos por kilo.
Román Uc asegura que solo tuvo oportunidad de contar con la miel, producto de la limpieza que se hace en las colmenas, producto que se le ha complicado comercializar por las exigencias de los compradores que cada vez le ponen más requisitos para comprar la miel, entre ellas la humedad y la coloración del dulce.
Por si esto fuera poco, las lluvias aun no llegan y ello genera poca floración lo que afecta el mantenimiento de los apiarios.
Abunda que esta situación lo ha obligado a incrementar el volumen de agua en los apiarios y apoyar las colmenas con suplemento alimenticio; a pesar de ello ha tenido que retirar “alzas” y las cajas las ha regresado a su domicilio para darle su mantenimiento para regresarlas para cuando mejore la situación. Por todo ello, los apicultores están pasando por sus peores momentos.
En similares términos se expresó Fernando Sandoval quien tiene su apiario rumbo a la colonia menonita de Nuevo Progreso, y en ese entendido la situación se torna más difícil por las grandes extensiones de tierra habilitadas para las actividades agrícolas, con ello se presenta la deforestación y en consecuencia la ausencia de lluvias.
Manifestó que la sequía está afectando las colmenas porque la abeja no tiene que comer y tampoco elabora miel, todo ello lo obliga a mantener la actividad, llevando agua, azúcar y otros insumos para evitar que la abeja abandone las colmenas.
Destacó que la falta de lluvias y los bajos precios están afectando a los apicultores y dejó entrever que después de la contingencia sanitaria y la intensa sequía, la actividad apícola va a necesitar apoyo institucional para su reactivación.
Por ello se busca equilibrar las colmenas en los apiarios para evitar que la actividad desaparezca. “Enfrentamos una situación complicada y en los apiarios sólo van a quedar las colmenas fuertes y para ello hay que retirar alzas, llevar agua y apoyar con alimento a las abejas”.
(Jorge Alberto Uc Moreno)