En el Día de la Madre, el Obispo de Campeche, José Francisco González González, centró su mensaje de la homilía dominical en la mujer, en sus virtudes y en una reflexión de su importancia en la vida como madre, esposa, hermana, hija y portadora de vida.
Este 10 de mayo, en la misa que ofreció por la red social de la Catedral de Campeche, felicitó a todas las mujeres y a todas las mamás de la entidad.
Acompañado del párroco de Catedral, Francisco Velázquez Trejo, también citó pasajes de documentos de los Papás Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, en donde resaltan las acciones que realiza una mujer en distintas circunstancias de la vida y ante la fe católica que profesan.
De entrada, recordó a Santa Teresa que fue una mujer judía que se convirtió al cristianismo, lo que demuestra su conversión además de que descartó que se les considerara el sexo débil, ya que soportan más dolor que cualquier otro género.
“Además de que el creador les prodigó el que puedan ser el receptáculo para la gestación y nacimiento de sus hijos, así como la capacidad innata de enseñar y educar como lo hacen en todo el mundo”, expresó.
“La mujer es la portadora de vida y se sitúa en la tierra con la capacidad de su cuerpo de que sea habitado por el hijo o hija que nacerá de su vientre”, acotó.
González González manifestó que hay una división diferenciada de los sexos, así como de las funciones que cada uno asume en su rol, tanto en la facultad de engendrar del hombre como de la mujer de formar en su cuerpo al descendiente y que posteriormente nazca para su crianza y crecimiento.
Resaltó que la mujer es más afectiva por lo tanto hay que fomentarle el intelecto para que piense en los intereses, no solo personales porque debido a su don maternal protege, custodia y nutre a los hijos para que crezcan y se enfrenten a la vida.
“Este aspecto, no solo lo aplica en la formación de sus hijos, de cuidar y crecer sino también es una relación que comparte con el esposo, no solo es contemplativa en las labores de la familia”, asentó.
Significó la ayuda que aporta la mujer en todos los ámbitos y aclaró que el término ayuda no es de menosprecio sino un concepto en el Antiguo Testamento donde se destaca la labor que hace Jesús con todos y en donde se pone la palabra ayuda que hace Dios en todas las acciones que lleva a cabo su hijo.
De las diferencias, también citó que en la creación divina al hombre se le da la figura paternal mientras que a la mujer de misericordia.
Incluso en el embarazo, relató se puede hacer una parábola de la vida ya que se pueden tener dos antítesis o se tiene una carga pesada o un peso de gloria, porque se puede ser un sitio en donde habita otra persona y genera alegría y esperanza o molestia o turbación física como padecen las mujeres.
“Sobre todo porque hay un modo propio de ser hombre por lo que en la sexualidad se debe reconocer esta diferencia y no en la búsqueda de que no se satisface con el otro”, manifestó.
El líder religioso hizo una alegoría en el proceso de ser madre, ya que el niño se encuentra seguro en su vientre, sin embargo al salir de ese espacio seguro representa un riesgo de muerte, incluso para la madre lo que se traduce en una liberación del ser humano al nacer.
Mencionó que la vida es una experiencia insustituible e intransferible de la mujer, lo que la convierta en amor de la familia e incluso, es por ello que la mujer descuella en este entorno y en muchas ocasiones se vuelve la figura preponderante del seno familiar.
(Wilbert Casanova Villamonte)