TEPAKAN, Calkiní, Cam., 10 de mayo.- El festejo a las madres no sólo se da en los hogares, sino también en el ámbito religioso. En esta comunidad la iglesia católica realizó una procesión; a bordo de una camioneta colocaron la imagen de la Virgen de Guadalupe y la pasearon por las principales calles de la comunidad, mientras que los fieles colocaron altares a las puertas de sus hogares.
La procesión estaba encabezada por el presbítero Marcelino May Canul, quien bendecía los altares a las puertas de los hogares, en tanto que enviaba un mensaje de fe y esperanza a los fieles en torno a la pandemia del COVID-19.
El sacerdote indicó que la madre del hogar debe ser la reina, ya que son las que hacen todo por la familia y que muchas veces sufren por los hijos.
Mamá es la pura y tierna, por eso hay que agradecer la oportunidad de que se nos dio la vida por parte de una mujer a quien hoy se le llama madre.
Mencionó que durante las misas siempre damos gracias a Dios por la madre de cada uno en este mundo, ya que ella es el signo del amor de Dios concretado de la humanidad, ya que sin una madre no se podría vivir en esta vida.
Una mamá siempre nos va a proteger. Un padre nos puede abandonar, pero es muy difícil que una mamá lo haga. Por eso es que la madre es un recuerdo para nosotros de manera externa, porque el hombre tiene el ombligo que le recuerda que ha dependido de una mujer y ésta da la vida por esos seres.
La mamá tiene un gran corazón para escuchar y guiar a sus hijos; sin embargo, hay quienes son desobedientes, lo que hace sufrir a quienes les dieron la vida.
Finalmente, durante su recorrido, el padre Marcelino felicitó cordialmente a todas las madrecitas del mundo.
(Jorge Aké Gutiérrez)