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Campeche

HOPELCHEN, Cam., 24 de mayo.- Tala irracional, caza furtiva e incendios forestales son factores que afectan los recursos naturales de la selva chenera, donde al parecer no hay autoridades para defender la riqueza ecológica del municipio.

La depredación en todas sus formas está acabando con los pulmones verdes del planeta, considerados únicos en nuestra región, que cada año son incendiados, talados y abandonados por las autoridades de los tres últimos trienios.

Una de las riquezas del municipio es Chun Ek, que colinda con Quintana Roo, donde se abastecían de alimentos los pueblos cercanos. En su laguna, con más de tres metros de profundidad, los pobladores se podían abastecer de pescado todos los días.

Precioso lugar donde descansaba el turismo que llegaba con cayakes a descansar en las palapas que se contaban por decenas y un mirador con más de 20 metros de altura. Esta región está convertida hoy en zona ganadera y las palapas casi se desbaratan. ¿Qué pasó en el lugar? Las autoridades deben realizar una minuciosa investigación y darla a conocer.

La laguna de Xcanhá es otro sitio que ha corrido la misma suerte, donde se siga acabando con los árboles y su manto hídrico se está secando hasta quedar puro lodo.

Aquí mueren los pocos peces que quedan, los lagartos buscan otros sitios al igual que los animales silvestres como el tapir, el jaguar, el venado, entre otros, en busca de agua. Hoy el macizo forestal se ha debilitado y convertido en un desastre forestal. Los habitantes de Chun Ek y de Xcanhá no quieren hablar, al parecer tienen miedo de platicar del tema.

Por su parte también está en riesto la prestigiada Laguna Ik, nombrada Patrimonio Biocultural Hídrico en el año 2013, con un manantial de más de 3 kilómetros de largo y ancho. El lugar fue ocupado por personas desconocidas de Cano Cruz que contaban con gente armada que corría a quienes llegaban. La situación fue tolerada por los gobiernos anteriores que nunca castigaron a quienes bombardearon las lagunas. Se considera que la misma situación ocurrió en Chun Ek.

Según inventario nacional forestal nuestro Estado tiene una extensión territorial de 5 millones de hectáreas, incluyendo la Biosfera de Calakmul, pero la desordenada mancha urbana está acabando con selvas, sabanas y manglares.

Las selvas tropicales se pierden, pero nadie ha hecho nada por su rescate y cada día se debilita más la riqueza natural de Hopelchén, agravado por la cantidad de agua que derrochan los menonitas en sus cultivos de arroz, pese a las innumerables denuncias de los labriegos cheneros.

(Jorge Amado Caamal Ek)

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