Campeche

BACABCHEN, Calkiní, Cam., 24 de mayo.- La falta de apoyos de los gobiernos estatales y municipales con programas para rescatar el bordado de hilo contado y el punto de cruz que está en decadencia en la comunidad, pues en años anteriores fue un pilar esta artesanía, y hoy con el confinamiento algunas madres de familia desarrollan este noble trabajo.

La señora María Celia Poot Tec, dijo que lleva más de 60 años desarrollando esta actividad que aprendió de su difunta madre desde la edad de los 13 años y a sus 74 años, en sus ratos libres como ama de casa y en este confinamiento en el hogar aprovecha para hacer algunos encargos de sus clientes.

Recalcó que ha confeccionado trajes, huipiles, ternos para bailar la jarana y ha entregado en distintos puntos del Camino Real, no solo en su tierra natal, y aun con su avanzada edad sigue realizando el llamado hilo contado o “Xook bi chuy”, como se le conoce en lengua maya.

“En los años 80, todas las mujeres de Bacabchén portaban el huipil, en su gran mayoría “Xook bi chuy” o hilo contado y otros tipos de huipiles, como el bordado con máquina de coser que fueron las vestimentas en esta comunidad y ahora las nuevas generaciones han cambiado con faldas, pantalones, blusas y otros trajes, dejando a un lado la raíz de nuestros antepasados y que muy pocas conservan”, resaltó.

“La modernidad está poniendo en decadencia esta actividad, porque la juventud ya no quiere saber de esta manualidad y las autoridades también no intentan rescatarla y en poco tiempo, los huipiles de hilo contado pueden desaparecer en esta región del Camino Real”, recalcó.

(Néstor Cuevas)