Ante la necesidad de la gente que se quedó sin empleo durante la contingencia sanitaria por el COVID-19 por generar ingresos, el comercio informal se ha multiplicado en Campeche, en su mayoría ventas de comidas, como una forma de hacerse de recursos, señalaron las presidentes de la Federación Estatal del Pequeño Comercio y de la de la Cámara Nacional de la Industria y la Transformación (Canacintra), María Candelaria González Cajún y Esperanza Ortega Azar, respectivamente.
Por separado, las entrevistadas revelaron del surgimiento de numerosos comercios informales desde la venta de cubrebocas, gel antibacterial y de alimentos.
La microempresaria campechana explicó que en la actualidad el 60 por ciento de las empresas en la entidad están cerradas, sin embargo la necesidad de consumo de la ciudadanía continúa, por lo que otro grupo de ciudadanos ha decidido sacar provecho al uso de la tecnología y crear negocios virtuales.
De las microempresas locales, estima que el 20 por ciento han cerrado de forma definitiva al no poder hacerse cargo de los pagos de sueldo de sus empleados y de sus responsabilidades fiscales, lo que se traduce en cifras de desempleos y crisis económica.
Por su parte, la presidenta de la Canacintra, Ortega Azar, dijo que las empresas medianas y grandes han soportado el embate del confinamiento, por lo que no han reportado el cierre de estas empresas, no así las microempresas.
“Lo real es que algunas empresas continuaron sus labores por ser considerados giros esenciales, pero aun así el flujo de demanda e ingresos bajó considerablemente, siendo ese uno de los motivos por los que se registraron despidos eventuales a los trabajadores de contrato”, coincidieron las entrevistadas.
Estiman que unas 40 mil empresas de toda la entidad dedicadas a la venta de alimentos y bebidas se vieron obligadas a adaptarse a las recomendaciones de Sana Distancia y en el uso de los servicios por plataformas digitales, para continuar con sus ventas.
Agregó que algunos comercios modificaron las responsabilidades de meseros u otro personal para el uso de motocicletas, convirtiéndolos en repartidores, mientras que otros simplemente contrataron a personal para brindar ese servicio.
(David Vázquez)