Campeche

Desalojan a ambulantes

La Secretaría de Seguridad Pública inició el retiro paulatino de los vendedores ambulantes de las principales avenidas de la ciudad, como parte de las medidas sanitarias y en esta ocasión correspondió a Faustino Vázquez Villareal, instalado en la avenida Patricio Trueba de Regil, con el argumento de obstaculizar paso peatonal y la banqueta.

El retiro del vendedor ambulante, generó la indignación de los transeúntes, toda vez que media docena de oficiales de manera déspota llegaron y le exigieron al ciudadano que levantará sus productos, de fruta fresca de temporada.

Dijo que desde hace mucho tiempo vende sus productos en ese lugar, pero en esta ocasión le argumentaron que tapaba el paso y la banqueta, y pese a implorar que solo buscaba la manera de ganarse la vida, los oficiales mostraron su insensibilidad y lo retiraron.

De manera extraoficial, se averiguó que es el inicio del retiro paulatino de los vendedores ambulantes, que aún no acatan las recomendaciones de la Secretaría de Salud, por la pandemia y que es una posible fuente de contagio del Coronavirus.

“jefe entiendan, tengo familia y tengo que llevar la comida, no estoy robando a nadie, estoy trabajando”, rogó, pero los uniformados no escucharon los argumentos y simplemente acataron la orden de su superior de retirarlo del lugar, y le recordaron que tenía que acatar las medidas preventiva por el Covid-19.

Con lágrimas en los ojos el vendedor, que en esta ocasión no le quitaron sus productos, tuvo que dejar de vender y retirarse del lugar por miedo a ser apresado, e insistió que el único delito, es no quedarse en casa, porque tienen que conseguir dinero para sobrevivir.

Los uniformados, al notar la presencia de los representantes de los medios de comunicación, se molestaron e intentaron impedir la grabación de los hechos del desalojo, e incluso acusaron de obstaculizar su labor de desalojar al vendedor ambulante.

“No me importa quienes son, dejen de grabar y dejan cumplir con el trabajo de la autoridad”, gritó uno de los uniformados, mientras otro intentó retener a uno de los fotógrafos con el argumento de no portar un casco cerrado, lo que derivó en dimes y diretes, que no pasó a mayores.

(Karina Gómez)