PALIZADA, Campeche.- En la desesperación y al borde de la quiebra se encuentran locatarios del mercado público que se dedican a la venta de comida, pues aseguran que sus expediciones se desplomaron en un 70 por ciento desde hace tres meses que se tomaron medidas de prevención más enérgicas debido a la pandemia del COVID-19.
Guadalupe Ortiz, quien lleva más de 20 años vendiendo comida en el interior del mercado, y Joaquín Sánchez, dijeron que nunca habían pasado una crisis como la que están viviendo, mencionaron que tenían meses complicados en que sus entradas eran menos, pero venían fechas o eventos y de nuevo se compensaba la situación; sin embargo, ahora todo es distinto.
Mencionaron que el desplome ha sido total, están vendiendo sólo un 30 por ciento de lo que venían haciendo antes de que se cerrara el mercado y después de que se les prohibió vender en sus puestos y sólo ofrecieran para llevar, comentó que hay personas que llegan y piden los alimentos, pero cuando se les indica que no lo van poder degustar en el lugar, la gran mayoría ya no los quiere.
Comentaron que hasta ahora no ha habido ningún apoyo para poder subsistir, por lo que de seguir esta situación y no se cambien las reglas, muchos terminarán quebrando porque tienen que pagar sus impuestos, energía eléctrica, mantener limpios sus espacios, aunque sea para llevar y adoptar todas las medidas que se les han indicado.
Señaló que si las autoridades de Salud les permitieran que colocaran las sillas en sus puestos con las medidas de “sana distancia”, los ayudaría mucho.
Afirmó la declarante que sería importante que las autoridades pudieran considerar la situación en que se les mantiene y abrir paulatinamente el mercado, ya que de aquí viven varias familias que están pasando momentos terribles debido a que no cuentan con dinero para sobrevivir.
(Texto y fotos: Julio Gutiérrez)