Los trabajos que se puedan crear en el Tren Maya serán temporales, no generan desarrollo profesional, si bien representa un alivio para las personas que desde hace 3 meses no tienen empleo es una dependencia económica para quienes dejarán sus tierras, lo que impactará en la seguridad alimentaria, planteó el integrante del Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX), Romel Rubén González.
Aclaró que el CRIPX, no está en contra de la generación de las fuentes de empleo, aunque si de la manera en que se crean y no beneficia a las poblaciones.
Con respecto a la convocatoria hecha por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) para contratarse para trabajar en el Tren Maya mediante la empresa constructora ganadora de la licitación, afirmó que este hecho nace en el marco de una violación de un acuerdo a la suspensión definitiva del tramo que Bacalar -Escárcega, además de que se enteran por otros medios periodísticos, de que existen otros amparos, por lo que “hay entonces un acto de violación encima del Poder Judicial”.
El dirigente, insistió que pese a la contingencia sanitaria por el COVID-19 y que en la convocatoria se esgrima que se usen cubrebocas y acaten la sana distancia, “el problema es que estamos ante una epidemia y en el punto más crítico, por lo que es demasiado riesgoso”.
Así mismo, dijo que el CRIPX, “nunca se ha negado a la creación de fuentes de empleos, siempre hemos tratado de promoverlo, pero que sea digno”.
Se pronunció en contra de un empleo donde los “esclavicen” y produzcan “una asistencia y dependencia de un salario aunado a que se les promete un trabajo que solo será temporal”.
Consideró que existe una la falsa expectativa hacia los jóvenes, ya que estos empleos son temporales, además de que serán rudos en ese sector de la industria de la construcción “no son empleos que vayan a generar un desarrollo profesional a mucha gente”, subrayó.
Por lo que a su consideración se violenta las expectativas de la población al considerar que tendrán empleo, pero que sólo será temporal por lo que no habrá permanencia.
“También genera un proceso de abandono de las actividades del campo y de la soberanía alimentaria para depender de un salario semanal o quincenal, la convocatoria sólo genera expectativas que muchas veces solo terminan con empleados mal remunerados”.
Otro factor que lamentó, es que “sigue manipulando la pobreza, luego de 3 meses sin empleo y sin ingresos es más fácil generar aceptación hacia el tren, debido a una necesidad obligada de dependencia económica”, concluyó.
(Wilbert Casanova Villamonte)