Aunque ya están señalados los bancos de piedra que se usarán para el Tramo 2 del Tren Maya por parte de Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur), la Unión de Ejidatarios Autónomos de la Península de Yucatán que representa a más de 70 comunidades indígenas, mantiene firme su postura para que los tomen en cuenta como proveedores del material pétreo y de mano de obra.
El Fonatur mencionó en su Manifiesto de Impacto Ambiental- rural (MIA-R) en la Fase 1 del proyecto, que son 20 bancos de materiales los que serán usados para los tres tramos que abarca esta primera etapa.
En este contexto en el Tramo 2 que recorre territorio campechano son siete los bancos que están marcados en el MIA-R, pero aún no es autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Los miembros de estas comunidades han señalado que no son tomados en cuenta por Grupo Carso, empresa elegida por el gobierno federal para ejecutar el tramo -con una extensión total en su trazo de vía libre por 244 kilómetros- que le toca a Campeche del Tren Maya.
Filberto Ku Chan, representante de este movimiento indígena, advirtió que mantendrán impedido el tránsito a vehículos y maquinaria de la empresa donde es socio mayoritario Carlos Slim Helú, hasta que se reanude el diálogo con sus altos ejecutivos.
Pacíficamente, los miembros de estas comunidades entre Champotón y Escárcega desde finales de junio no permiten que compañías y trabajadores de Grupo Carso hagan actividades como trazos y mediciones en ese tramo.
Los sitios “Moyao o Moy Cruz 1” sobre la carretera Escárcega, Campeche kilómetro 24+500; y Armín en la carretera federal (libre) Francisco Escárcega-Champotón a 100 metros de la desviación que se ubica en el kilómetro 10+200, son adyacentes a las comunidades mencionadas pero no los involucran.
Por Agustín Ferrer