Se estima que en Campeche unas cinco mil 400 personas se dedican a la producción artesanal, cuyo principal centros de acopio es el Bazar Artesanal y la casa de las artesanías Tukulná, ambas en la ciudad capital que reportan ingreso promedio anual de 12 millones de pesos, actividad que se ha paralizado al no haber movimiento de turistas nacionales y extranjeros, y la venta en plataformas digitales no ha tenido la misma demanda.
A través de páginas de internet como www.comprapormexico y de Bazar Artesanal, se ofertan diferentes artesanías, sin embargo de acuerdo a los artesanos esta venta solo beneficia a los intermediarios, ya que a ellos les han dejado de comprar o el encargo es mínimo.
La artesana de Pirograbados y Escultura Susana Gonzáles, recordó haber recibido apoyo al inicio de la pandemia, pero es un recurso que se agotó y al prolongarse las medidas restrictivas, están nuevamente sin dinero.
Explicó que es la situación de la mayoría de los artesanos del Bazar Artesanal, y no podrán recuperar mientras no se normalice todos, porque es muy escaso que los campechanos compren artesanías, la mayor venta lo tienen con los visitantes nacionales al llevarse un recuerdo del estado que visitan.
Recordó que antes del periodo de contingencia vendían entre 5 mil a 7 mil pesos de sus productos a la semana e invertía hasta 3 mil para nuevas creaciones, por lo que al iniciar la pandemia recurrieron al apoyo gubernamental y fueron capacitados para mudar sus ventas a plataformas digitales, sin embargo la demanda es mínima, porque hay mucha competencia y solo selectivos productos han logrado colocarse.
Además al no ser productos de primera necesidad son muy pocas las personas que se interesan por sus productos.
Además no todos los artesanos pudieron capacitarse al no disponer de los equipos y del manejo de la computadora, por ello han sido convocados a participar en grupos al edificio del Bazar Artesanal o en la Casa de Artesanías “Tukulná”, para recibir las instrucciones de venta vía internet, aunque también se ha aplazado.
Dijo que el llamado a las autoridades es buscar como iniciar las actividades, pues no hay turismo, lo que se complica porque tienen pedidos, pero no entregas de los productos, es decir, necesitan apoyo para promocionar sus creaciones, pues además fueron canceladas diversas exposiciones y ferias.
También manifestó que en temas de apoyos y de acceso a programas y apoyos del Gobierno Federal o el Municipal de Campeche no todos tienen suerte, porque de parte municipal están los grupos de 12 personas, lo cual no a todos les sirve porque si uno no paga los demás se ven afectados, ahora de la parte federal, piden bastante requisitos y no todos entran.
Plataformas digitales: la opción
Para la directora general del Instituto Estatal para el Fomento de las Actividades Artesanales en Campeche (Inefaac), Angélica Guerrero Sasía, las plataformas digitales es la principal opción y que ha fortalecido la promoción para llegar a mercados internacionales.
A través de estas páginas los productos campechanos con mayor demanda son las hamacas y sombreros de jipi japa y que han ofrecido capacitación para migrar a este sistema de comercialización.
Creadores artesanales en crisis
Por su parte la coordinadora de artesanías en el municipio de Calkiní, Wilma del Socorro Puch Aldana, confirmó que el padrón de artesanos es variable, en ocasiones llega a 5 mil 400, después se reduce a tres mil cuando es temporada baja, lo cierto es que en la actualidad enfrentan una crisis, por falta de turismo.
En la elaboración de sombreros de jipi participan unos dos mil 400 artesanos, que al no haber demanda del producto han regresado a las labores del campo y cerrado sus talleres.
Reveló que la casa de las artesanías Tukulná, les siguen haciendo pedido de alrededor de dos mil piezas, pero para ellos es una cantidad mínima, porque se distribuye entre todo los participantes, y la única forma de reactivar es que nuevamente se abra al turismo.
Para sobrevivir siguen ofreciendo sus productos en las calles, el problema es que no hay compradores, además tampoco tienen encargos de otras entidades, por lo que ahora es el producto menos vendido.
No solo la pandemia del COVID-19 ha afectado a los artesanos sino también las inundaciones, dejando bajo agua la mata de las palmas, por lo que no tienen materia prima.
Según les informaron los comerciantes, que se suspendió la exportación de las artesanías, por lo que están prácticamente sin material, sin dinero y sin producto.
Por David Vázquez y Jorge Aké