Es un hecho, la captura de pulpo iniciará el uno de agosto de acuerdo a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, aunque en Campeche se estima que menos del 10 por ciento de las mil 599 embarcaciones se harán a la mar al no estar avituallados a falta de recursos, además 192 permisos no están vigentes.
En Campeche el representante de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA), Pedro José Sierra Mena, confirmó que el 1 de agosto comenzará la temporada 2020 de la captura de pulpo en la Península de Yucatán, misma que concluirá el 15 de diciembre.
De acuerdo al funcionario, entre los Estados de Campeche, Yucatán, Quintana Roo y Veracruz, que participan en esta captura existen un total de mil 659 permisos para embarcaciones menores, los cuales amparan para la pesca a cuatro mil 982 pangas.
Para el caso de Campeche, son 813 permisos que ampara a mil 599 embarcaciones, con la participación de 3 mil 200 pescadores, sin embargo, de ese número de permisos, 492 están vigentes, 129 están en trámite de actualización y 192 perdieron vigencia, por lo que se dedican a la captura de otras especies.
Reiteró que el primero de agosto se levanta la veda de acuerdo con la Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentable, el Reglamento y las Normas Oficiales Mexicanas.
Confirma Sader
Por su parte la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, confirmó igualmente que a partir del 1 de agosto iniciará la temporada de captura de las especies pulpo rojo (Octopus maya) y pulpo patón (Octopus vulgaris) en las aguas de jurisdicción federal del Golfo de México y mar Caribe.
La pesca de pulpo en esta región ocupa el primer lugar nacional tanto en volumen como en valor. Por valor de producción, la captura de este molusco es una de las más importantes en el sector pesquero del país, y tiene gran demanda en los mercados nacional e internacional, con exportaciones a Estados Unidos, Italia y Asia.
Refiere que la temporada de veda para el pulpo rojo y patón en Golfo de México y el Caribe, región conocida como Zona I, está estipulada del 16 de diciembre al 31 de julio de cada año, con la finalidad de protegerlas en el periodo de reproducción biológica y el cuidado de crías.
De acuerdo con la publicación del Diario Oficial de la Federación, con fecha del 16 de marzo de 1994, se autoriza la pesca de este molusco a partir de las 00:00 horas en litorales de los estados de Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
En Campeche de acuerdo a la Secretaría estatal de pesca, en los últimos tres años el valor de la producción pesquera de pulpo creció 223%; en el 2017, la cuota de captura fue de 8 toneladas 412 kilos, con un valor de 540 millones de pesos; en la temporada 2018, se capturaron 13 mil toneladas 626 kilos, con un valor de 790 millones de pesos en el 2019, la captura de 10 mil 75 toneladas, con valor económica de 473 millones 359 mil 983 pesos.
Difícil temporada
Para los pescadores será una temporada difícil, aun cuando el Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) autorice el mismo volumen de captura del año anterior por 17 mil 348 toneladas para toda la península, pocas embarcaciones saldrían a la pesca, al no existir certeza de los compradores y precios justos.
Para el líder pesquero en Defensa del Mar y el del Muelle de Lerma, Virgilio Pérez Chan y Pedro Chi Pech, respectivamente, insisten en que hay mucha incertidumbre, ello atrasó los trabajos de avituallamiento, además de que pocos disponen de recursos.
Pese a que en Campeche existen 110 bodegas, 12 fábricas de hielo, 25 muelles y atracaderos con una longitud de 11,296 m para la pesca y procesamiento de pulpo, señalan falta de una cadena comercial que les garanticen precios.
En cuanto a la pesca furtiva, dijo que siempre ha existido a la vista de las autoridades, por lo que dan por hecho que en esta temporada también estarán participantes, aunque recomendó cuidar la especie y cumplir con las recomendaciones de las autoridades de no utilizar equipos y artes prohibidas de pesca.
Cabe mencionar que la pesca de pulpo se realiza exclusivamente durante el día, utilizando el método campechano o “gareteo”, el cual consiste en dejar la embarcación a la deriva, arrastrando líneas de monofilamento o cordeles donde se sujeta la carnada, principalmente jaiba (Callinectes spp.) y cangrejo araña (Libinia dubia).
La carnada va atada al extremo libre de la línea, el otro extremo, no sumergido, se ata a uno de los costados de la embarcación y a dos “jimbas” (pértigas de bambú), parte de las cuales se fija a la embarcación y parte pende a proa y popa.
Los alijos emplean jimbas de dos a tres metros y de seis a siete líneas, en tanto que la embarcación usada como nodriza usa jimbas de cuatro a cinco metros y 16 líneas.
Por David Vázquez