La demanda de pulpo y camarón en la zona del Chechén, en Ciudad del Carmen, es muy baja y se debe a la crisis económica y desempleo que deja la pandemia; la gente que llega al mercado sobre ruedas pregunta por el precio de los productos de mar y luego se da la vuelta, mencionó el comerciante de mariscos Baltazar Osorio.
Indicó que la venta del camarón se desplomó de forma considerable con la contingencia sanitaria por COVID-19, porque muchas personas quedaron desempleadas; antes este producto tenía buena demanda, lograba vender hasta 40 kilos al día, hoy sólo se expende de cinco a diez kilos a pesar que el precio es accesible.
“El kilogramo de camarón sin cabeza lo vendemos a 150 pesos, apenas le ganamos cinco pesos, porque sabemos que las personas no tienen los recursos, además, hay mucha competencia en ese lugar”: expresó.
Dijo que él llegó a temprana hora al Chechén; sin embargo, las ventas no son como esperaba, pero consideró que obtendrá el recurso indispensable para comprar los alimentos de este día. “Afortunadamente gobernación municipal nos permite laborar en este sitio, porque no estamos haciendo nada malo, al contrario nos ganamos la vida de forma honrada”, apuntó.
Señaló que ahora con la temporada de pulpo algunas personas procedentes de Seybaplaya llegan al mercado sobre ruedas para ofrecer este producto, pero tampoco tiene venta y esto no es redituable para ellos, porque tienen que pagar el servicio de transporte.
En entrevista con José Domínguez comerciante de pulpo, mencionó que es la primera vez que llegan a esta ciudad para comercializar este producto, llegaron en vehículo propio con gastos que estiman de 900 pesos en transporte, desafortunadamente observan que las ventas están muy bajas y que los 40 kilos de molusco que trajeron a la Isla de Carmen se les dificulta venderlo.
Añadieron que en Seybaplaya las ventas están por los suelos por ello decidieron viajar a esta ciudad, pero tal parece que la situación es igual, porque no hay empleo, la gente no tiene dinero, y las pocas personas que frecuentan la zona del Chechén preguntan por el precio del producto y luego se van sin consumir.
“Si vemos que en vez de ingresos tenemos egresos, consideramos que no vamos a regresar a Ciudad del Carmen, sino comercializar los octópodos en nuestra tierra, para que no veamos pérdidas económicas”: aseguró.
Con información de Fernando Kantún
Por Redacción digital Por Esto!
JG