El paralibro, en pleno corazón de la ciudad, fue vandalizado al romper con una piedra el vidrio de protección de uno de las que protegen las obras literarias que reunían a los amantes de la lectura antes de la contingencia sanitaria por COVID-19.
El estar inmerso en el primer cuadro de la ciudad y con una estación de la policía municipal a pocos metros no exentó del vandalismo al paralibros Juan B. Caldera ubicado en la calzada del mismo nombre a la altura del andador Shields.
Este viernes en un recorrido por dicho sector se constató el atentado a la estación de lectura que se rescató tras años de olvido en el malecón de la ciudad para su reubicación en la ubicación actual.
El paralibros Juan B. Caldera recibió “piedrazos” con saña pues se percató de múltiples impactos en el vidrio de uno de los escaparates que resguardan obras literarias que servían para nutrir los círculos de lectura que se implementaron antes de la pandemia.
Desde el inicio de la contingencia sanitaria el paralibros dejo de brindar el servicio a la ciudadanía y tras cinco meses sin uso algunas obras se notan con deterioro por el sol principalmente. De igual forma la coordinación de bibliotecas informó que se cuenta con registro de más de 100 personas con ejemplares del paralibro en casa, este espacio de lectura tendrá un nuevo lote bibliotecario que se pondrá a la disposición de la ciudadanía una vez que se regularice la nueva normalidad.
Con fotografía e información de Emmanuel Sansores
Por Redacción Digital Por Esto!
JG