Derivado de la muerte de compañeros, amigos y familiares, los trabajadores petroleros han sufrido un particular impacto psicológico; sin embargo, tienen que aprender a vivir situaciones difíciles y aplicar protocolos sanitarios a bordo; por ejemplo, evitar el saludo de mano y los abrazos, ya que la Sana Distancia es imposible porque la instalación no está diseñada para enfrentar contingencias por infecciones virales.
Lo anterior lo expresaron Pablo López Figueroa, presidente nacional de Vigilancia y Fiscalización de la Unión Nacional de Técnicos y Profesionistas Petroleros (UNTyPP), y Delfino Merino Tlatzalo, presidente de Fuerza Laboral Petrolera (FLP).
López Figueroa señaló que ha mejorado el control en las instalaciones petroleras, pero que es difícil la situación, ya que los trabajadores de plataforma no viven todas en un área para acudir al trabajo, sino que vienen de diferentes puntos de la República, y el pago de aguinaldo motivó que la gente saliera a las calles sin tomar las medidas necesarias para cuidarse, y eso implica probables contagios a sus compañeros.
“Si bien es cierto que se puede hacer algo para controlar la pandemia en las estructuras marítimas petroleras, se ha visto que la misma gente hace que la propagación del virus sea mayor. Han muerto y mueren nuestros compañeros, principalmente los de más edad, jubilados y activos. El lunes pasado falleció Salvador García, un compañero de muchos años, así como “Tito”, un superintendente plataforma. Bastantes han muerto de COVID-19, y el virus no se puede contener cuando no se toman las precauciones debidas”.
Conscientes del riesgo
Indicó que los trabajadores petroleros viven en carne propia la situación de riesgo, pero la mayoría de las veces acusan a la empresa de ello; pero buen número de empleados desconocen el significado de la contaminación, porque la gente que anda en las calles no guarda la distancia, se aglomera en los centros comerciales, en los mercados y el contagio cada vez es peor.
“No tomamos precauciones y como venimos de otros lugares propiciamos que la pandemia incremente; por ejemplo, la Ciudad de México, retornó a Semáforo Epidemiológico Rojo, o el estado de Tabasco, en donde el número de contagiados ha incrementado. Y por más recomendaciones que se realizan, no vemos que los compañeros tomen la iniciativa de cuidarse”, se quejó.
También indicó que si el repunte de contagios crece, la producción petrolera será la afectada, pues al haber más gente con incapacitada se intentará cubrir el trabajo especializado de producción con personal que carece de práctica, y eso es crítico porque los conocimientos y experiencia son valiosos; la empresa no puede subir gente que ha sido detectada con el virus.
“Desafortunadamente no se pueden modificar los hábitos y relacionarse en las plataformas marinas, debido a que la Sana Distancia es relativamente nula por el tipo de trabajo que existe, además las plataformas no están diseñadas para enfrentar contingencias por infecciones de virus, el esquema está hecho para trabajar hombro a hombro, lo que se promueve es que los compañeros se realicen estudios”.
Apuntó que en ocasiones los síntomas los desarrollan ya a bordo, lo que implica que seguramente contaminó a más y de ahí viene la propagación.
Una labor inaplazable
“Es cierto que la dinámica laboral no puede parar, la labor en las plataformas se sigue con el mínimo del personal en la instalación; por eso en las oficinas se pospuso hasta marzo el trabajo desde casa, se puede decir que la demanda la hizo la UNTyPP a la empresa petrolera, para usar otras estrategias para disminuir el riesgo de contagios, que es algo que llevan a cabo las autoridades de Petróleos Mexicanos (PEMEX). Sin embargo, en el caso de los trabajos técnicos no se pueden reducir las labores; es decir, plataformas, refinerías y petroquímicas, son tareas que no se puede hacer a distancia”, describió.
Por su parte, Merino Tlatzalo dijo que por la situación del rebrote de COVID-19, los trabajadores petroleros que se encuentran a bordo y los amparados bajo la cláusula 43 del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT), son bajados de nuevo porque la cuestión laboral se aplazó hasta el mes de marzo, pero se desconoce cómo vaya a actuar el personal de Recursos Humanos de PEMEX, por lo que gran parte de estos obreros tiene miedo de que les apliquen descuentos en sus nómicas.
“La producción de petróleo no se puede detener y tampoco se puede llevar a cabo la Sana Distancia; pero se aplican protocolos. Por el momento estamos en espera de que llegue la vacuna y nos tomen en consideración, ya que este sector es indispensables para la generación de divisas para el país”, aseguró el sindicalista.
Señaló que existe un escenario de tensión en las plataformas, sobre todo cuando los obreros llegan al comedor y dormitorios, porque son espacios reducidos, y cuando una persona tiene gripe enseguida piensan que es el virus, la psicosis surge e incluso los hábitos han cambiado y no existen ya los saludos de mano y abrazos.
Tristezas
“Lamentablemente la pandemia ha ocasionado muertes; en mi caso, nueve amigos fallecieron, quienes convivieron conmigo por largo tiempo, así como cuatro familiares. Eso me afectó fuertemente; por eso ando con temor, así como los trabajadores; sobre todo al subir a laborar temen contagiar a sus familias, y sí ha sucedido que han muerto la esposa, hermanos e hijos de empleados”, mencionó.
Esto crea una psicosis que hace que cuando el trabajador baja de la plataforma se aísle y no visite a nadie; por ello, la recomendación es que cumplan con las medidas de sanidad, mientras llega la vacuna contra la COVID-19.