Montículos y asentamientos mayas localizados en la región de Hecelchakán y el Camino Real son objeto de saqueos constantes ante la falta de vigilancia y de rescate, denunció el comisario ejidal Henry Cahuich Chan.
Señaló que decenas de piedras labradas de vestigios mayas localizadas sobre el camino que conduce al poblado de Cumpich, ejido que pertenece al municipio de Hecelchakán, son hurtadas para posteriormente venderlas al mejor postor o coleccionistas.
Dijo que al tener en cuenta el valor histórico de una cultura adelantada a la época, dicho saqueo y destrucción es “un serio atentado contra la riqueza cultural de México y del mundo”.
Enfatizó que personas ajenas a la comunidad, a través de los años, han acudido a las ruinas de esta región para robar las piedras con fines distintos que van desde su comercialización como para la construcción de casas o adornos de jardines.
Aseveró que la encomienda de preservar y promover turísticamente estos espacios le pertenece al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que debe vigilar adecuadamente estos sitios de interés turístico.
“Visitantes procedentes de distintos puntos del municipio han destruido basamentos, estructuras y elementos arquitectónicos de monumentos mayas para construir casas y bardas”, detalló.
Indicó que la decoración destruida eran columnas y arquitectura de estilo “junquillo”, por lo que es notoria la destrucción de varios “cuadrángulos” y ruinas de casas mayas cuyos escombros quedan desperdigados, ya que al emplear utensilios rústicos y otros objetos para extraer las piedras labradas, éstas se quiebran.
Petición
Instó al INAH investigar el asentamiento de la zona y realizar trabajos para reconstruir algunos de estos templos que se encuentran justo sobre la carretera estatal Hecelchakán-Bolonchén, donde se puede observar el cerro de piedras labradas y de gran tamaño perteneciente a edificaciones precolombinas del territorio de la Sabana del Descanso.
SY