En las celebraciones de los fieles difuntos, en los tres estados que conforman la Península de Yucatán existe un platillo que no puede faltar en el altar; se trata del Pibipollo (también conocido como Mukbil Pollo), el cual, dependiendo de la zona, lleva una preparación; en zonas rurales de Campeche, es conocido en Maya como Mukbil kaax, lo que en español significa “pollo enterrado”, mismo que es una especie de tamal envuelto en hojas de plátano que su cocción original se obtiene horneándolo bajo tierra.
Antes de la degustación se realiza una serie de ritos que inician desde muy temprano, incluso, antes de que el sol salga. Los pobladores de las comunidades se internan en el campo para cortar hojas de lo que en lengua maya se conoce como “Pixoy” pero que se trata del árbol Guasimo; además, se cortan hojas de plátano, el cual se pasa por fuego medio para “limpiarlo y cocinarlo”.
Mientras los hombres retornan del campo, en las mesas familiares, la mujeres -en su mayoría- preparan el maíz previamente molido, que se ha convertido en masa; cortan en rodajas los tomates, la cebolla, el chile habanero; al fuego, el pollo se cuece. Minutos después es retirado de la lumbre y mezclado con achiote licuado con tomate, cilantro y más condimentos; se le agrega un poco de la masa para que la consistencia de la mezcla sea de consistencia espesa.
Una vez llegados los hombres, las hojas son colocadas sobre la mesa, se cortan en una medida aproximada de 30 centímetros, colocan una capa de masa de tal forma que parezca un contenedor, en ella se coloca el pollo, el tomate, cebolla y el habanero; posterior a ello se cubre con una tapa elaborada con masa y sobre ella se esparce lo que se conoce como K´ool, que, en realidad, es la mezcla antes preparada.
De acuerdo con el historiador Mario Matías, este platillo tradicional cuenta con diversos simbolismos en la Cultura Maya, el pibipollo es un símbolo de la muerte y la resurrección, donde la masa representa el cuerpo del ser humano; el K´ool que es una mezcla de color naranja, simboliza la sangre; y el espelón (frijol) es la descomposición del cuerpo humano.
Este platillo, además del simbolismo en su preparación y cocción, significa la resurrección de los Mayas; esto, porque para su cocción, deben ser enterrados en una capa de leña y piedras hirviendo, que representa el inframundo, el pibipollo, corresponde al cuerpo de los difuntos; enterrarlos es el ritual del sepelio. Tras dos horas y meda bajo tierra, los pibipollos son sacados, con lo que se concreta la resurrección.
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JG