Campeche

Semabicc debe crear conciencia ante el uso excesivo de pirotecnia: Ambientalistas

Guardianes de la Naturaleza pide proteger perros y gatos; son sensibles y sienten pánico al sonido de los petardos y fuegos artificiales
El colectivo solicita a Semabicc intervenir, especialmente esta temporada / Fernando Kantún

La Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático (Semabicc) debe tomar cartas en el asunto para proteger a las mascotas y animalitos que sufren de maltrato animal, además, de hacer conciencia en la población para que en esta temporada decembrina eviten el uso excesivo de petardos, palomitas, entre otros explosivos que dañan el sentido auditivo a las mascotas y personal vulnerables, dieron a conocer Juan Gabriel Martínez Martínez, Carlos Enrique Martínez Ramos, coordinador de Guardianes de la Naturaleza e integrante de la asociación civil.

Martínez Martínez, expresó que hace unos días en la comunidad de Sabancuy un perrito se lesionó con un petardo al explotar el artefacto en su hocico y las personas que tiraron la palomita solo se limitaban a reír por que pare ellos fue un acto de diversión, pero el animal sufrió laceraciones.

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Cabe mencionar que los ambientalistas hicieron un llamado a las autoridades competentes para que apliquen mano dura contra los que maltratan a los animales, porque en Ciudad del Carmen, ya se encontraba en trámite realizar esas acciones contra los maltratadores de animales, pero con la nueva administración estatal se paró todo; en cuanto a medio ambiente municipal tampoco hace algo para la protección de las mascotas.

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Apuntaron que un ruido o estruendo mayor de 65 decibeles produce daño; ese es el límite recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS); sin embargo, en la pirotecnia sonora como en la fogueta, fuente, mortero, mortero con bomba, entre otros, los decibeles producidos van desde 90 a 190.

Añadieron que la historia del uso de pirotecnia año a año ha dado índices de accidentes graves con daños significativos a nivel físico, sensorial o visual, con quemaduras de diferentes grados que gracias a las campañas de concientización ha ido disminuyendo.

Manifestaron que el oído de muchos animales es considerablemente más sensible que el humano, por lo que las explosiones de fuegos artificiales no solo les resultan más perturbadoras, sino que les pueden dañar más gravemente su capacidad auditiva. Los fuegos artificiales pueden emitir sonidos de hasta 190 decibelios (110 a 115 decibelios por encima del rango de 75 a 80 decibelios, donde comienza el daño para el oído humano); por lo tanto, los petardos generan un nivel de ruido más alto que el de los disparos (140 decibeles), y que el de algunos aviones de reacción (100 decibeles).

Agregaron que, los ruidos causados por la pirotecnia pueden provocar una pérdida de audición y tinnitus (fenómeno consistente en percibir golpes o sonidos en el oído que no provienen de una fuente externa, es decir, oír ruidos que no se corresponden con ningún sonido externo). Los perros usados en la caza sufren en ocasiones una pérdida de audición irreversible, causada por la proximidad al ruido de los disparos.

“Además los ruidos causados por la pirotecnia causan que sufran miedo; de hecho, les llega a ocasionar fobias a muchos animales; estas fobias se dan cuando tiene lugar una respuesta desproporcionada por miedo, los ruidos causados por la pirotecnia pueden llegar a generar fobias en los animales, al aumentar las reacciones de pánico”.

Indicaron que, por otra parte, los petardos son venenosos, y su explosión libera partículas nocivas como el polvo fino, respirable y tóxico, pudiendo empeorar enfermedades existentes y ocasionar otras; de tal manera que, los fuegos artificiales representan un peligro para los animales que viven en las áreas donde se explosionan, además del riesgo de ingestión; igual, la proximidad de los animales a las zonas donde elaboran petardos les causa en muchas ocasiones quemaduras significativas y daños en los ojos.

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CC