Ante la cercanía de las festividades decembrinas y al suponer que la situación económica mejoraría para los que se dedican a vender pavos en estas fechas, los venteros de estas aves comentan que no hay repunte de ventas, y en cambio “se llevaron una desilusión”.
Comentan que debido a que las ventas no han sido “muy buenas”, prevén que no mejoren en lo que resta del año, sino al contrario, pues incluso prevén que se queden con la mayoría de los animales que consiguieron para vender.
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De lo anterior culpan a la difícil situación económica por la que atraviesa el municipio de Escárcega, pues señalan que en estos momentos “las personas no cuentan con recursos económicos y que el ave de corral aumentó su precio, ya que hace un año costaba entre 600 y 700 pesos un animal de hasta 10 kilos, pero ahora oscila entre 850 y 950 pesos”, dijo Marcos Gómez Hernández, criador de pavos.
En ese sentido, comentó que la situación “cada día se pone peor” para los venteros de pavos y personas dedicadas a la cría de estas aves, los cuales suman 15 productores en la ciudad.
“Aparte que dedicamos tiempo para esta actividad, invertimos dinero y nos vemos forzados a subir los costos de cada animal, ya que el maíz y el alimento que les damos a cada rato sube de precio, y por eso la clientela comenta que ahora los pavos están caros”, comentó.
También dijo que el gremio “espera con ansias estas fechas de diciembre, para vender y ante la derrama económica con los aguinaldos y demás prestaciones navideñas que dan a los trabajadores y sindicalizados, pues sólo así los clientes podrán adquirir uno de nuestros ejemplares para preparar la cena del 24 y 31 de diciembre.
Sin embargo, comentó que “todo parece indicar que la pandemia por COVID-19 dejó con deudas a la gente y los que van a recibir algún recurso ya lo deben”.
Razonó que al no laborar en oficinas o empresas, parte de la ciudadanía se mantuvo en sus casas, pero sus sueldos no fueron pagados en su totalidad, y en cambio los gastos aumentaron.
Agregó que esta situación perjudica a quienes se dedican a vender pavos en la cabecera municipal, sobre todo a las personas que viajan desde los ejidos para llevar a vender a la ciudad, pues tienen que gastar en pasaje, pero al no vender debido a la carestía, resulta contraproducente.
Comentó que en varias ocasiones se regresan con sus aves y no recuperan lo invertido, a pesar de que faltan escasos días para la Navidad. “La situación está crítica, pero esperamos que haya un repunte conforme se acerca el 24 de diciembre, pues de lo contrario no sabemos qué vamos a hacer, pues ya gastamos y no vemos recuperación”.
Por otro lado, asentó que aunque vendan, el gremio sabe que no será como en los anteriores años antes de la pandemia, cuando colocaban en todo el mes hasta 30 animales, pero ahora se conformaría con vender al menos 15 aves de corral.
Sin embargo, agregó que sólo será cuestión de esperar a que les vaya bien este fin de año, porque de continuar así esta actividad, no será redituable y será mejor pensar en otro trabajo, porque esto conlleva a gastos monetarios y tiempo que no recuperarán.
Finalmente, expresó que esperan buenos tiempos para seguir adelante como criadores de aves de corral, y estará en el negocio “hasta donde aguante”, pero comentó que “sería bueno que recibiéramos apoyo con los programas federales”.
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CC